Herencias y menores: cómo garantizar su bienestar
Un testamento es mucho más que un papel que dice cómo se reparte una herencia, en una herramienta clave para dejarlo todo organizado cuando falleces, y evitar problemas en el futuro.
En cierto que muchas personas piensan que no es necesario, que no necesitan hacerlo, y eso lo escuchamos a menudo en nuestro bufete, pero hay ocasiones en las que es prácticamente imprescindible, cuando hay herederos menores a quienes queremos salvaguardar, y asegurar su bienestar.
Menores de edad, ¿por qué debes asegurar su herencia?
Cuando hablamos de proteger a los menores, no basta con confiar en que “todo se resolverá”, porque luego no ocurre.
Tener en cuenta una planificación anticipada evita situaciones inesperadas, y asegura que estén protegidos en todos los aspectos:
Legales, para que los trámites sean rápidos y claros.
Económicos, para evitar que se malgaste el patrimonio o una mala administración de los bienes.
Emocionales, al dejar todo organizado, tus seres queridos pueden centrarse en superar la pérdida sin preocuparse por cuestiones legales o financieras, que como decimos, en el momento es que hay menores de por medio, cobra mayor importancia.
Razones para proteger la herencia de menores
Es el testamento clave para hacerlo, para conseguir que reciban eso que tú deseas que tengan, o que les corresponde por ley (legítima de la herencia), en definitiva juega un papel esencial en este proceso.
Sin un testamento, el reparto se complica y queda en manos de las normas legales, lo que deriva en situaciones no deseadas, como que los bienes sean gestionados por personas en quienes no confías, o que no se respete el destino que querías para tu patrimonio.
Protección para los menores
Asegurar que los bienes que les correspondan queden correctamente gestionados hasta que puedan administrarlos por sí mismos.
Evitar conflictos familiares
Sin un testamento, la herencia se reparte según lo establecido en la ley, lo que igual no coincide con tus deseos y genera tensiones entre los herederos.
Designar tutores o responsables
Deja por escrito quién quieres que se ocupe del cuidado de tus hijos y de su patrimonio, para que cuando faltes ese tema esencial no quede al descubierto.
Lo explicamos con un ejemplo muy claro: una familia en la que los padres fallecen inesperadamente y dejan como herederos a dos hijos menores.
Si no hay testamento, es un juez quien decide cómo se administra la herencia y quién se encarga de los menores, esto no solo alarga el proceso, sino también genera incertidumbre y posibles conflictos entre los familiares.
Condiciones específicas
Permite establecer restricciones o pautas para el uso de la herencia, asegurándote de que se destine a su bienestar (educación, vivienda, etc.).
Qué ocurre con las deudas y la herencia de un menor
Si el patrimonio heredado incluye deudas, también le afectan al menor.
Sin embargo, cuenta con la posibilidad de aceptar la herencia “a beneficio de inventario”, de ese modo hereda únicamente lo que quede después de pagar las deudas, y se evita que estas comprometan su futuro.
Esta opción, no solo la tienen los menores, sino cualquier otro heredero que ve que su propio patrimonio está en peligro si acepta una herencia, la única diferencia es que, en su caso, ese paso debe ser gestionado por su representante legal, quien asegura de que aceptar la herencia no supone un perjuicio para el niño.
¿Qué ocurre cuando un menor hereda?
Cuando un menor de edad recibe una herencia, no la puede administrar directamente.
La ley lo protege de posibles riesgos y, en la mayoría de los casos, los bienes deben ser gestionados por sus representantes legales (normalmente los padres o un tutor designado).
Sin embargo, este proceso se complica si no se ha dejado claro quién será el encargado de velar por el patrimonio del menor y cómo deben utilizarse los bienes heredados.
Esto refuerza la importancia de un testamento bien redactado y adaptado a la situación familiar.
Cuando un menor de edad se convierte en heredero, no tiene la capacidad legal para gestionar sus bienes por sí mismo, no puede administrar las cuentas bancarias ni vender propiedades, si tampoco firmar contratos
Necesita que un representante legal haga todo eso, si es su deseo, hasta que cumpla la mayoría de edad.
El problema con el que llegan a menudo nuestros clientes que se encuentran en estos casos, es si no existe una planificación adecuada, ya que es muy sencillo que se inicien disputas familiares o dificultades para acceder al patrimonio dejado al menor.
Para eso, para evitarlo, es fundamental tener en cuenta que, ante menores, las pautas para el reparto de bienes son completamente diferentes, y hay que cumplir con unos pasos para protegerlos.
Designación de tutores legales
Uno de los pasos más importantes, piensa en caso de fallecimiento de ambos progenitores, el tutor es la persona encargada de cuidar a ese menor, y no solo eso, sino que se ocupa de gestionar el patrimonio heredado en su nombre.
Esta designación puede realizarse en el testamento, y hay algo fundamental: elegir a alguien de confianza y, a ser posible, consultarle antes, para asegurarte de que está dispuesto a asumir esta responsabilidad.
Redactar testamento claro y específico
Un testamento bien redactado es la herramienta que protege los derechos de los herederos menores de edad y garantiza que recibirán los bienes que le corresponden.
Debe ser lo más específico y detallado posible para que quede claro cómo deben utilizarse esos bienes (por ejemplo, cubrir estudios o necesidades específicas de un menor), así evitas posibles discusiones familiares.
Con esto ya ves la trascendencia de no hacerlo de cualquier manera y adaptar un documento que encuentres en internet, en el caso en menores es particularmente importante que sea redactado por un abogado que impida que se deje ningún cabo suelto.
Además, es el lugar idóneo para establecer ciertas condiciones para el uso del patrimonio hasta que el menor sea mayor de edad, por ejemplo, que no recibirá esto o aquello hasta que no termine sus estudios o cualquier otro requisito similar.
Fideicomisos o condiciones para la herencia
Un fideicomiso es una herramienta muy útil para proteger los bienes de un menor, en pocas palabras, consiste en dejar el patrimonio bajo la gestión de una persona o entidad de confianza, que se encarga de su administración en beneficio del menor hasta que cumpla la mayoría de edad o la edad que especifiques,
Así, el menor, cuando alcance esa edad (por ejemplo, 18, 21 o incluso 25 años) toma el control de su herencia, y se evita que la herencia se malgaste o se use de manera indebida antes de que el heredero sea lo suficientemente maduro para administrarlo.
Proteger a los menores que pueden heredar tu patrimonio es una necesidad y la clave para que, cuando faltes, ellos estén seguros, y es la realización de un testamento claro, detallado, que cuente con todos los aspectos que les concierne.
Es normal que en estos casos, el miedo a su futuro te haga tener muchas dudas de cómo hacerlo, por la importancia de lo que hay en juego, no dudes en consultarnos, y asegúrate de que dejas todo como tú deseas.
Manuel Hernández García
Director y Socio Bufete Vilches Abogados
Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539