Enero, “mes de los divorcios», pero, ¿por qué?
El comienzo de año es una época de importantes decisiones para todos, y muchas parejas toman una en particular, la de separarse, o divorciarse, por lo que este mes ya se llama el “mes de los divorcios”
Las razones son muy diferentes, pero, por lo general, se basan en circunstancias muy similares.
Son días en los que, parejas que ya no están muy bien, buscan empezar el año de distinta manera a como lo terminaron, lo que hace que abogados y psicólogos, atendamos a más parejas que deciden romper en enero.
#01.-Crece en número de parejas que “se rompen” en enero
Es una decisión muy difícil y los motivos para seguir adelante van desde económicos hasta de convivencia, o, por lo menos, es la pauta que reconocemos entre nuestros clientes.
Cuando una relación ya pasa por una situación económica difícil, los ánimos no están del todo calmados, y estos días no ayudan a mejorar.
Los gastos inevitables de estas fiestas empeoran demasiado la situación y son muchos los pasos que se dan para alejarse de la pareja, y empezar el año con mejor pie.
Hay una segunda razón, la convivencia, o más bien, el exceso de ella.
Las parejas para las que, durante el año, es complicado cuadrar sus agendas, en épocas de vacaciones, como ésta y como ocurre en verano, ven la oportunidad de pasar más tiempo juntas, algo que, cuando llega, no cumple con sus expectativas.
La vida en común no es como ellos se imaginaban, ni, por supuesto, la que desean tener, y deciden reflexionar hasta llegar a la conclusión de que, seguir juntos, no les beneficia.
Con todo, un divorcio, o una separación, conlleva decisiones importantes que, a menudo, no son demasiado sencillas de tomar.
#01.-Decisiones a tomar ante un divorcio
Cualquier separación es una situación muy complicada emocionalmente, y hay que estar preparado para hacerle frente, porque son decisiones en las que la pareja debe dejar a un lado sus diferencias hasta conseguir llegar a un acuerdo.
01.-Los hijos ¿con quien se quedan?, ¿y las mascotas?
Las decisiones referentes a las custodias son las más difíciles de tomar en una ruptura y que, en los bufetes, son motivo de mayores discrepancias.
Acuerdos necesarios no solo en el caso de tener hijos, también mascotas que necesitan asegurar su futuro.
Los menores son la prioridad, y, alrededor de ellos, deben tomarse el resto de las decisiones.
Tanto el tipo de custodia, como las pensiones alimenticias, deben ser temas en los que se ha de llegar a un acuerdo, y, si no es posible, será un juez quien lo haga.
Es crucial establecer pautas que prioricen el bienestar de los niños.
Por otro lado, muchas parejas pasan gran parte de la relación junto a una mascota a la que ambos quieren y a quien, también, hay que proteger cuando la familia se deshace.
Se debe acordar el tiempo de convivencia, dónde y con quién lo va a hacer a partir de ahora, y una cantidad para que ambos compartan gastos, de manutención y veterinarios
02.- Los bienes, ¿quién se queda con qué?
Otro punto que es motivo de disputa, las discrepancias entre qué es de cada uno.
En este caso cobra vital importancia si, en el momento del matrimonio, se firma una separación de bienes o por gananciales.
En el primero, cada uno es propietario de lo que ha aportado a la relación, en el segundo, todo lo que se haya conseguido desde la unión, se debe repartir entre ambos.
03.- Pensión alimenticia o compensatoria, ¿cuándo, cuánto y a quién?
Cada situación se ha de estudiar de manera individual, y necesita de un acuerdo adecuado a sus circunstancias.
No es necesario que haya hijos de la pareja para que el juez obligue al pago de una pensión alimenticia de uno de los cónyuges al otro, si cualquiera de ellos, tras la separación, queda en una situación muy desfavorable.
04.-Domicilio familiar ¿para quién?
Otra pregunta que no tiene una respuesta “tipo”, ya sea si hay separación de bienes como de gananciales, la vivienda familiar puede ser de uno o de otro, temporal o de manera definitiva.
En caso de que haya hijos menores, ellos son la prioridad, no hay duda que seguirán viviendo en ella, junto al progenitor custodio, sin tener en cuenta quién la compra en su día, o quién la aporta a la relación.
Esto será así hasta que los hijos cumplan la mayoría de edad.
Es un paso, separarse o divorciarse, que lleva muchas decisiones colaterales, y se han de tener en cuenta en el momento de esa reflexión que, ya sea en enero o en cualquier otro mes del año, desemboca en la ruptura de una pareja.
Una de las primeras es la de dejarte asesorar por un abogado especialista en divorcios, nadie mejor conoce los pasos que debes dar para que no salgas demasiado perjudicado.
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