Padres (hartos) que echan a su hijo de casa

Así, sin más datos, puede parecer un caso de unos padres que abandonan al hijo a su suerte, y le obligan a dejar el hogar familiar.

Con la información que se conoce, la realidad es muy diferente.

El hijo, de 40 años, continúa viviendo en casa de sus padres, sin hacerse cargo de sus gastos y pudiendo hacerlo, ya que cuenta con trabajo, y salario suficiente, para pagarse su propia vivienda.

En caso de que ambas partes estuvieran de acuerdo, tampoco parece motivo para llegar a los tribunales, pero no es así, una convivencia muy difícil lleva a estos padres a denunciar a su hijo, y obligar a su desalojo.

Padres que recurren al desalojo en precario hacia su hijo

A este punto se llega después de que el comportamiento del hijo esté haciendo que la convivencia no sea, para nada, pacífica.

Según las declaraciones de los abogados de los padres, “la situación ya era insostenible”, el carácter del hijo agresivo y amenazante intimidaba a unos padres ya mayores, a los que impedía que tuvieran la vida que esperaban en su jubilación.

Cuando se enfada, golpea puertas, rompe cosas y crea un ambiente muy estresante”, son algunas de las argumentaciones que se dan a la demanda, sumadas al maltrato psicológico sobre la madre, consecuencia del trato que recibía.

Con todo esto, la decisión de desalojar en precario a su hijo es la vía legal, de estos padres cansados, para terminar con una situación insoportable para unas personas ya mayores.

¿En qué consiste el desalojo en precario?

Esa figura legal se emplea en casos que, como este, una persona se asienta en un domicilio, del que no es titular, y no paga renta alguna, ni aporta en los gastos que le corresponden de la vivienda.

Uno de los más habituales es el de un inquilino que deja de pagar, y se niega a desalojar, al igual que el de un hermano que no abandona la vivienda familiar heredada e impide que el resto la disfrute, ya sea porque la quieran vender, o compartir su uso.

En definitiva, el desalojo en precario es la vía legal que utiliza un propietario para recuperar su vivienda ante la negativa de abandonarla de quien vive en ella.

¿Pueden los padres obligar al desalojo de sus hijos?

La legislación obliga a que los padres mantengan a sus hijos hasta los 26 años, edad que, en este caso, está de sobra superada, lo que hace que estos padres hayan cumplido, con creces, con su obligación.

En este caso tan de actualidad, los demandantes han visto el desalojo en precario como último recurso para no acudir por vía penal o solicitar una orden de alejamiento, solución más rápida, que ellos mismos deciden no seguir.

Así, el Juzgado de Primera Instancia de Zaragoza ha ordenado el desalojo de este hijo por petición de sus padres.

En su defensa, el hombre argumenta que tiene derecho a residir en la casa solo por la relación de parentesco que le une a los titulares, y, tras la denuncia, no se persona en el juicio, ni contesta a la demanda en su contra, por ambos motivos está declarado en rebeldía.

Es el último paso que han dado unos padres hartos del comportamiento del hijo, pero no el único, pues comenzaron con una petición amistosa, sin resultado, que les ha llevado a esta demanda civil para ordenar su desalojo.

Tras esta orden del juez, en caso de no abandonar la vivienda por propia voluntad, la forma de proceder es la de que, una comisión del juzgado, junto a un cerrajero, acuda al domicilio para finalizar esta situación insostenible de unos padres que ya no saben qué hacer.

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