Fideicomiso, una manera de proteger tu patrimonio

Las herencias tienen una manera particular de repartirse y es a través de un fideicomiso, una opción que puedes tomar para que tu patrimonio termine en manos de quien tú deseas.

Esta figura legal cuenta con ventajas en la distribución de tu herencia una vez que fallezcas, como son que te asegures que “eso” que lleva toda la vida en tu familia, tras tu muerte, continúe y no vaya a parar a terceros, además de evitar que se despilfarre.

A través de un fideicomiso, se reparte una herencia de manera directa o indirecta a tus herederos, esta última se refiere a que se recibe en el momento en que se cumpla un plazo o una condición.

Una vez descrito, en líneas generales, vamos a ver en profundidad en qué consiste un fideicomiso.

¿Qué es un fideicomiso?

Una figura legal por la que se controla la entrega de la herencia, regulada en el Código Civil, en su art. 781, con ella, en un testamento, se establece quién será propietario de los bienes y cuándo se debe realizar la entrega.

El testador establece unas circunstancias para realizar el reparto, se adquiere el bien con la condición de que, cuando llegue el momento, cuando se cumpla lo que se indique en testamento, (fallecimiento, mayoría de edad, matrimonio…) se entregue a quien va a ser su titular definitivo.

Es habitual que se emplee este sistema cuando un heredero es menor de edad, y debe esperar a los 18 años para poder recibir lo legado.

En esos casos, se encarga a otra persona, por ejemplo, a un progenitor o un tutor, que será quien se ocupe de esa herencia hasta ese día de la mayoría de edad, en el que le hace la entrega.

En definitiva, un fideicomiso es el encargo a una persona para que se ocupe de un patrimonio hasta que llegue a manos del heredero final.

Esta persona que obtiene la herencia de manera temporal tiene la obligación de cuidarla y conservarla en perfecto estado hasta que llegue a manos de quien el testador desea que sea su propietario.

“Lego mi vivienda vacacional a mi sobrino cuando mi hermana muera

“Lego mis obras de arte a mi hijo cuando termine los estudios, mientras se debe hacer cargo un administrador

“Lego las joyas familiares a mi hermano cuando se case

En los tres casos, el heredero final (mi sobrino, mi hijo y mi hermano), debe esperar hasta que se cumpla una condición (fallecimiento, terminación de estudios y matrimonio).

Intervinientes en un fideicomiso

Vamos a encontrarnos con tres figuras que forman parte de este reparto de herencia.

Fideicomitente

El causante, el propietario de esos bienes que desea distribuir su patrimonio, y lo indica de esta manera en su testamento.

Heredero fiduciario

Quien recibe la herencia de otra persona (fideicomitente), es el primer heredero, o heredero directo, debe hacerse cargo y preservar los bienes que le han otorgado de manera provisional, puede ser un familiar u otra persona, como un abogado o un administrador que decida el testador.

Heredero fideicomisario

El destinatario final, o heredero indirecto, recibe de manera definitiva esos bienes del fideicomitente, cuando se haya cumplido la condición establecida en el testamento,

A sus manos llega a través del heredero fiduciario.

¿Para qué sirve un fideicomiso?

En líneas generales podemos decir que con un fideicomiso puedes preservar tu patrimonio, es la manera legal de evitar que termine en manos de terceros que no deseas.

Consigues que no salga de la línea familiar, por ejemplo, si no quiero que esta vivienda de mi propiedad que lleva en mi familia desde hace décadas, no llegue a manos de mi cuñado cuando mi hermana muera.

Es este caso de ejemplo, puedo poner la condición de que mi hermana sea la heredera directa y que, a su muerte, pase exclusivamente a mis sobrinos para que no salga de la familia.

Una característica más es el poder asegurarte de que no se malgaste en casos de que la persona destinataria no tenga la suficiente madurez en el momento de tu muerte.

Condiciones de un fideicomiso

Una condición muy importante y que necesitas tener en cuenta antes de decidir repartir tus bienes mediante un fideicomiso, es que no debe ser de la totalidad de la herencia, es decir, no puede hacerse de manera que perjudique la legítima.

Un fideicomiso es una obligación desde en el momento que se acepta, y se adquieren dos responsabilidades.

El heredero fiduciario debe conservar lo que recibe de manera provisional en modo y manera en que se diga en testamento

El heredero fiduciario debe, además, entregar, una vez que llegue el momento, eso que le han encomendado cuando se cumpla la condición que indique el testamento

Cuándo conviene realizar un fideicomiso

Un fideicomiso como modo de reparto de patrimonio es interesante cuando, como ya te hemos comentado, asegurar el destinatario final de la herencia, lo que impide que quien no desea se haga cargo.

También, recomendamos a nuestros clientes esta figura legal para evitar que se malgaste la fortuna familiar, en caso como el de ese hijo que es el heredero, pero que es demasiado joven para hacerse cargo, y pones la condición de que alguien de confianza se encargue de ella hasta que cumpla la mayoría de edad.

¿Puede cambiarse un fideicomiso en vida?

Sí, incluso revocarse, no es una decisión que se tome y debas acarrear con ella hasta tu muerte.

El fideicomitente lo puede cambiar en cualquier momento de su vida, por si hay una modificación de las condiciones que pueda echar para atrás lo que ya estaba decidido, un caso de ejemplo es dejar el fideicomiso a tu pareja, resulta que las cosas van mal, te separas y ya no quieres que sea quien se ocupe.

Evidentemente, una vez que el otorgante fallece, ya no se puede cambiar, pues es él quien solo tiene la capacidad de hacerlo.

Tipos de fideicomiso

No hay una sola manera de establecer un fideicomiso en tu testamento, puedes determinar condiciones específicas que, en su apertura, se han de seguir tal y como hayas descrito.

Fideicomiso condicional

Se debe cumplir una condición, es decir, el fideicomiso se mantiene hasta que ocurra algo concreto, que tu hijo se case, que tu hermana termine los estudios, o que tu madre fallezca, por ponerte unos ejemplos habituales.

Fideicomiso de plazo

En este caso, lo que tiene que ocurrir es que pase un tiempo determinado, que una persona pueda permanecer en la vivienda durante 10 años, por ejemplo, tras los cuales pasa a quien va a ser su propietario.

Fideicomiso puro

Aquí, hablamos de un fideicomiso de conservación, administración y entrega, exclusivamente, el heredero fiduciario no puede disfrutar de ese patrimonio, solamente lo debe guardar, y conservar, hasta la entrega a su destinatario final.

Fideicomiso de residuo

El heredero directo que acepta el fideicomiso puede hacer uso de él, con o sin limitaciones.

Con limitaciones establece que ese uso sea de un porcentaje de la herencia en fideicomiso, o de una cantidad máxima, y no lo puede sobrepasar.

Si no se pone límite, puede darse el caso en el que, en el momento de entrega al fideicomisario, no haya nada, por esa razón, en un fideicomiso de residuo, está la posibilidad de reservar una cantidad o porcentaje que no se debe tocar, para impedir que al heredero final no le llegue nada.

No solo eso, sino que se puede establecer cualquier condición obligatoria que el fiduciario debe respetar, un ejemplo, establecer una carga.

Vamos a suponer que el testador desea que, anualmente, con esa herencia se aporte un porcentaje a alguna asociación, esto, evidentemente, va disminuyendo la herencia al final, pero es algo que ha ordenado, y hay que respetar.

¿Qué ocurre en caso de fallecimiento?

En un fideicomiso puedes indicar el camino que debe seguir tu patrimonio en caso de fallecimiento de sus destinatarios, ya sea quien recibe de manera directa o indirecta.

Si fallece el fideicomisario

Fallece el destinatario final, ¿qué ocurre entonces con eso que deseas que él tenga?, ¿en quién recae ese bien?

Es una situación que puedes contemplar, y decidir tú a quien se le deba entregar en su lugar.

Un fideicomiso se puede detallar de esta manera: “quiero que mis bienes pasen a Juan cuando se case, y si Juan fallece quiero que pase a Andrea”, por ejemplo.

Si fallece el fiduciario

Un caso en el que se actúa de manera similar.

En el testamento se puede poner un orden cronológico, por ejemplo, yo quiero que mi fortuna la heredé mi nieto, que es todavía un bebé, cuando sea mayor de edad, mientras se encargará mi pareja (fiduciario)

Se puede dar el caso de que antes de que llegue la mayoría de edad del bebé, mi pareja fallezca, y yo, teniéndolo en cuenta, establezco que pase a ser fiduciaria mi hija, quien se ocupará hasta que el bebé cumpla los 18.

El Derecho Sucesorio tiene tantas variantes como personas que llegan a nuestro bufete con consultas testamentarias.

Cada caso es diferente, y cada uno lo estudiamos de manera individual hasta conseguir la respuesta más adecuada, y beneficiosa, para nuestro cliente, si tienes alguna, no lo dudes, ponte contacto con nosotros y cuéntanos tu situación.

 

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539

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