Jauría de perros mata a una chica, ¿accidente?, ¿imprudencia?

En muchos campos españoles el ganado está suelto, dirigido, y protegido, por perros que acompañan al pastor.

Este pasado lunes, en el municipio zamorano de La Hiniesta, esta situación tan habitual ha terminado con la vida de una joven de 27 años que paseaba por la zona.

A media tarde, la joven es sorprendida por 5 de estos animales de pastoreo que terminaron con su vida, mientras hablaba por teléfono, lo que hizo que pudiera dar aviso a otra persona de lo que le estaba ocurriendo

Desgraciadamente, los servicios de emergencia no llegan a tiempo para evitarlo.

Manuel Hernández, Socio Director del Bufete

¿Accidente u homicidio imprudente?

 

Homicidio imprudente

El delito de homicidio imprudente se regula en el art 142 del Código Penal, donde se establece: “quien cause la muerte de otra persona por imprudencia grave será castigado con pena de prisión de uno a cuatro años

Se aplica en casos en los que muere una persona por una causa que otra, quien será culpada, pudo haberlo evitado si hubiera tomado las medidas oportunas en el momento adecuado.

Si esto ocurre, si hay seguridad de que actuando de otra manera, o de que lo ha hecho así a sabiendas del peligro, se trata de un delito de homicidio imprudente.

Tras conocerse los hechos, los medios locales han sacado a la luz informaciones sobre otras conductas negligentes de este propietario, algo definitivo para alejar la balanza del accidente, y situarla en un delito de homicidio imprudente.

Contar con otras acciones similares, aunque no hayan tenido importantes consecuencias, se considera un agravante a la hora de determinar su responsabilidad en los hechos.

La presencia o no del propietario en el lugar puede dar la información que, por ahora, nos falta.

¿Dónde estaba el propietario de los perros?

Hay un detalle muy importante y que puede decantar la investigación a uno u otro lado, la no presencia del propietario en esos momentos.

Dejar a su libre albedrío a unos animales cuya misión es la protección del ganado es muy peligroso, y puede tener consecuencias como ésta, por la incapacidad del animal de diferenciar entre alguien “que pasa por allí”, o alguien “que quiere atacar al ganado».

Es imposible saber cómo pueden reaccionar estos animales ante la presencia de una persona que, si nadie les dice lo contrario, para ellos es una amenaza

Un accidente deja de serlo cuando se pudo haber evitado, cuando por desinterés, descuido u omisión de unas normas de actuación, una persona pierde la vida.

Es entonces el momento de dar el salto a un delito mayor, de homicidio imprudente, que tiene pena de varios años de cárcel, solo por no actuar como se debía.

 

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