Partición de una herencia: conflictos y cómo evitarlos

El fallecimiento de una persona que deja un patrimonio a repartir entre sus herederos, puede ser el inicio de conflictos que terminan con relaciones familiares estrechas.

Ocurre si en el testamento no se ha especificado claramente qué es de cada uno y cómo debe recibirlo.

No son pocos los casos que llegan a nuestro bufete clientes con este tipo de problemas, en los que las discusiones durante el reparto son continuas, y se encuentran en un punto en que las diferencias son insalvables, y no consiguen una partición de la herencia con la que todos los herederos estén conformes.

¿Qué es la partición de una herencia?

La partición de una herencia es sencillamente la distribución de los bienes del difunto entre sus herederos, de acuerdo con su testamento o en ausencia de este, siempre conforme a las reglas de la sucesión intestada. 

Esto significa que si en el testamento se especifica claramente el reparto, ha de cumplirse al pie de la letra, siempre que no sea un perjuicio para la legítima, y si no existe este documento, la ley marca cómo debe hacerse, siguiendo las directrices de una sucesión sin testamento,

En esta partición se incluyen tanto los bienes materiales, como propiedades o dinero, pero también con un lado malo: las deudas que el fallecido haya dejado, y, que muchas veces, los herederos no se esperan.

Con todo, hay una diferencia importante en cómo se realiza una partición con o sin testamento.

¿Cómo se reparte una herencia si hay testamento?

Hablamos de la partición más sencilla, (por lo que los abogados siempre aconsejamos que se realice testamento), que evita muchas de las discusiones que terminan por cortar cualquier relación entre miembros de una familia.

Al abrir un testamento nos podemos encontrar con dos situaciones diferentes:

Establece el reparto, y qué debe recibir cada uno, entonces se ha de respetar, a no ser que afecte a la legítima que corresponde a los herederos forzosos.

No especifica el reparto como tal, pero sí la persona, el albacea, que debe realizarlo, y en caso de no estar de acuerdo con cómo lo hace, los herederos pueden impugnar la partición

¿Cómo se reparte una herencia sin testamento?

En este caso no hay nada que nos indique cómo quería el fallecido que se distribuyeran sus bienes, y salvo lo concerniente a los herederos forzosos y la parte que por ley les corresponde, no se tiene más conocimiento de los deseos del fallecido.

Lo que parece más sencillo es que los herederos lleguen a un acuerdo en el reparto y sean ellos mismo quienes decidan qué corresponde a cada uno, teniendo en cuenta, que si alguno es menor de edad, debe estar representado por un tutor legal que defienda sus intereses.

Como decimos, es el caso que parece más sencillo, pero pocas veces es el habitual, y los herederos no consiguen ese consenso que facilita todo y en necesario acudir a una división judicial.

Ante un conflicto del tipo que sea, siempre es importante, y lo más ventajoso, que las partes hagan lo posible por llegar a un consenso, antes que tener que ir a los tribunales, donde es todo más lento y costoso.

 

Conflictos comunes en la partición de herencias

Los conflictos más comunes surgen por desacuerdos en la valoración de los bienes, el reparto de los mismos, o la interpretación del testamento, tanto que lo habitual es que, nos lleguen clientes con discrepancias en qué corresponde a cada uno, más allá de lo que no se puede discutir, la legítima.

En herencias con múltiples herederos, puede ocurrir que uno de ellos quiera tramitar la herencia de inmediato y el resto no esté de acuerdo, o al contrario, que sea uno quien lo paralice, o que no tenga intención de hacerlo

También la falta de liquidez para hacer frente a los pagos (gastos de aceptación y tramitación de la herencia), y los impuestos que corresponden son motivo de conflicto, en casos en los que, tras el abono de las deudas pendientes, el patrimonio no es tan abundante como se esperaba.

En estas situaciones en las que existen deudas, un heredero puede paralizar el reparto si no tiene claro poder afrontarlas, y no se decide entre aceptar o rechazar lo que le corresponde, y el resto verse perjudicados por esa decisión.

Una vez que todos están de acuerdo en realizar la partición, nos encontramos con las diferentes maneras de hacerla que también pueden llevar a algún que otro desacuerdo.

Tipos de partición de herencia

Ya hemos visto que una partición de herencia puede ser muy rápida y sencilla, o muy complicada, lenta y costosa, dependiendo de la buena voluntad de los implicados.

01. Partición voluntaria

La más común y preferible, se realiza de manera consensuada entre los herederos, todos están de acuerdo en cómo dividir los bienes, y lo hacen sin que deba intervenir nadie más, generalmente, se formaliza mediante una escritura pública ante notario, lo más conveniente, aunque a veces no llega a ser necesario.

Es una partición con una flexibilidad total, los herederos deciden entre ellos, incluso realizan compensaciones entre ellos si alguno recibe bienes de mayor valor.

02. Partición judicial

Los herederos no logran ese acuerdo o existen conflictos que no pueden resolverse de manera amistosa, entonces es necesario acudir a los tribunales para que sea un juez quien determine la partición de la herencia, de una manera imparcial, de acuerdo con la ley y los derechos de todos los herederos.

El proceso sigue un procedimiento legal estricto, lo que puede hacerlo más largo y costoso.

03. Partición por contador-partidor

Cuando se necesita la intervención de un experto imparcial para garantizar una distribución justa, la partición la realiza una persona externa, que puede designada por los herederos de común acuerdo, generalmente un abogado o notario, con experiencia en el manejo de herencias.

Una ventaja es que al ser una figura neutral, actúa con la misma imparcialidad que en el caso anterior lo hace un juez, pero sin necesidad del procedimiento judicial.

¿Quién es quién en la partición de una herencia?

En un reparto de bienes sin problemas, en el que hay un testamento que lo detalla y no se discute, solamente están implicadas dos partes, el difunto y sus herederos, junto a un notario.

Pero como nuestra experiencia nos dice que no es siempre así, veamos las figuras que pueden llegar a aparecer.

Causante

La persona fallecida, cuya herencia es el objeto de la partición, no está presente, pero deja constancia de su voluntad a través de un testamento que establece cómo deben repartirse sus bienes entre los herederos. 

En ausencia de él, como vimos, se aplican las normas de la sucesión intestada, que determinan qué familiares tienen derecho a heredar y en qué proporción.

Herederos

Tienen derecho a recibir parte de la herencia del causante, pueden ser nombrados expresamente en un testamento (herederos testamentarios) o designados por la ley en ausencia de testamento (herederos intestados). 

Los herederos pueden ser familiares directos, como hijos, cónyuge, o padres, pero también otros parientes más lejanos, o incluso personas o entidades externas al núcleo familiar, siempre según lo decidido por el causante.

Los herederos tienen derecho a solicitar un inventario detallado de los bienes y deudas, además de a impugnar ante los tribunales un testamento o una partición.

Albacea

Persona designada por el causante para que se cumpla su última voluntad, y administrar su patrimonio hasta que se complete la partición de la herencia.

Se encarga de que todas las deudas sean pagadas, y los bienes inventariados y distribuidos según a lo dispuesto por el causante o, en su caso, a la ley.

Entre sus funciones están mantener y proteger los bienes de la herencia hasta que se repartan, y asegurar que le cumple la voluntad del fallecido, no solo eso, sino que puede actuar en nombre de la herencia en los asuntos legales que surjan antes de la partición.

 

Acreedores

Personas o entidades a quienes el fallecido debía dinero al momento de su muerte, y que, antes de que los herederos reciban su parte de la herencia, es necesario que se pague.

Los acreedores tienen derecho a reclamar lo que se les debe directamente de la herencia, y la partición no puede realizarse hasta que estas deudas hayan sido satisfechas.

Terceros interesados

En algunos casos, existen otros interesados en la partición de una herencia, como cotitulares de cuentas bancarias, socios de negocios, o beneficiarios de seguros de vida, que, sin ser herederos directos, pueden tener derechos o intereses que deben ser respetados y gestionados durante la partición.

El reparto de una herencia se complica tanto como los implicados quieran, si no están abiertos a llegar a acuerdos.

Siempre lo aconsejamos, realizar un testamento detallado de cómo quieres que se distribuya tu patrimonio, es como evitas muchas situaciones que ahora no piensas, pero que, cuando no estás, ocurren.

 

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539

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