Delitos de odio: ¿Qué debes saber? ¿Qué debes hacer?
Más veces de las que nos gustaría nos enteramos por los medios de comunicación de personas expuestas a situaciones extremas que, incluso, por no ver otra salida, han terminado con su vida
Casos de agresiones, discriminaciones o humillaciones que se catalogan como delitos de odio y que involucran a las víctimas no por quienes son sino por lo que representan.
Abogados especialistas en delitos de odio
Nuestro bufete, en su departamento de Derecho Penal, con nuestros abogados penalistas, no es una excepción y son varias las situaciones que hemos tenido que afrontar para defender a clientes que pasan por momentos realmente dramáticos.
Los delitos de odio son complejos de demostrar, pero mucho más de entender, queremos dar un poco de luz a estas acciones para poder enfrentarnos a ellas.
¿Qué es un delito de odio?
Un delito de odio se define como una infracción que nace de prejuicios contra una o varias personas, por el solo hecho de pertenecer a un grupo social.
Este grupo social es objeto de estos ataques por alguna razón, ideológica, de raza, religión, sexo, que hace que ya solo por pertenecer, esa persona es susceptible de generar odio.
Un ejemplo claro es el de una persona con quien nadie se ha metido nunca, ni ha sufrido ningún tipo de acoso, pero que, un día, decide pertenecer a una comunidad que genera rechazo en la sociedad.
Desde ese momento, forma parte, como el resto de integrantes de la comunidad, de un grupo al que se humilla, insulta o discrimina de alguna manera.
Se entiende, con esta reacción, que no es algo en contra de esa persona, si no de lo que representa para el resto
Estamos ante acciones criminales motivadas por prejuicios hacia las características, creencias o modo de vida de una persona.
Puede ser por su raza, condición sexual, ideología, sexo o cualquier otra característica que comparta una comunidad.
Conviene conocer las penas o sanciones que se asocian a estos actos para tener claro a qué te expones.
Penas o sanciones por delitos de odio
Los actos probados como delitos de odio se regulan en el artículo 510 del Código Penal y derivan en penas que van de 1 a 4 años de prisión con una multa de 6 a 12 meses.
Son penas muy importantes que puede sufrir una persona por no dar importancia a lo que hace, o dice, y no tener en cuenta el sufrimiento que provoca en otra.
Solo por dejarse llevar por ideas que no comparte, o comentarios que escucha, por hacer lo mismo que el resto sin valorar las consecuencias.
Conductas que provocan delitos de odio
Son conductas muy diferentes y que, en muchos casos, la persona que las lleva a cabo no es consciente de su gravedad.
Pensar que publicar un post en una red social no es importante, y que puedes protegerte por el anonimato es un error enorme.
Cada vez es más sencillo localizar estas cuentas y llegar a esa persona que ha actuado en contra de otra sin sentido.
Conductas que conviene conocer porque, cada vez abarcan una mayor parte de la sociedad.
Un ejemplo es el racismo inmobiliario, que impide que muchas personas accedan a una vivienda solo por su procedencia.
Aquí te dejamos qué puede suponer un delito de odio.
01.-Publicar, fomentar, promover o incitar al odio
Quienes, por alguna de esas acciones, generen hostilidad, rechazo, discriminación o cualquier otro perjuicio, independientemente de la persona, si no por lo que representa.
Un comentario o una publicación de alguien muy seguido en redes, por ejemplo, puede incitar a miles de personas a iniciar una guerra dialéctica que, normalmente no se queda ahí, sino que da un paso más y deriva en consecuencias muy graves.
02.-Producir, elaborar, poseer, distribuir o facilitar material que incite al odio
No es necesario que seas tú el detonante para cometer un delito de odio.
Crear o distribuir una información, o unos detalles ofensivos, de otros, y facilitar el acceso a terceros, también te hace responsable.
Puedes realizar, por ejemplo, un informe que discrimine en un entorno laboral a un grupo de los empleados por un motivo ajeno a su trabajo.
Aunque directamente tú no actúes, el hecho de elaborar y facilitar que el resto de la plantilla lo divulgue, ya está tipificado como una acción de odio, y castigado por la ley.
Eres igual de culpable por el hecho de ser quien ha iniciado todo, aunque te mantengas en la sombra.
03.-Negar, trivializar o enaldecer delitos de genocidio
No hay mucho que explicar en este punto, queda tipificado como delito de odio todo acto que niegue hechos probados como el genocidio, o las brutales consecuencias de un conflicto armado en cualquier país que aterroricen a una sociedad, o a parte de ella.
Una de las conductas de las que somos más conscientes, por su repercusión, se produce en el deporte, también de las que más calado tiene en la sociedad.
Delitos de odio en el deporte
El deporte es uno de los sectores en los que se ven más casos de delitos de odio, pero no por el hecho de que haya más, sino por la visibilidad de cualquier acción, ya de por sí mediática y por la cantidad de personas a quienes mueve.
Hemos vivido hace pocas semanas un caso muy claro de delito de odio en el deporte: los insultos desde la grada que tuvo que aguantar el jugador madridista Vinicius Jr.
En estos eventos, aunque solo sea una persona quien “prenda la llama”, la multitud que asiste facilita todo un tsunami de gritos contra alguien por una razón ajena a su labor en el campo, si no por su raza, como en este caso.
El problema que encontramos en el deporte es lo delgada que es la línea que separa el fanatismo deportivo con las referencias al deportista.
Saber si los gritos que se producen son por él, como persona o como integrante de una comunidad.
Bien es sabido que, muchas veces, esos conceptos están demasiado unidos, la justicia no los puede calificar como delito de odio, y, muy a nuestro pesar, pasan desapercibidos.
Es algo muy peligroso, estos actos, sin castigo, generan una confianza en quien los provoca y una costumbre en la sociedad, para quien pasa de una agresión por motivo de odio a un grito que se escucha cada día en los partidos.
Se debe tener claro que cualquier conducta que dé pie, directa, o indirectamente, a un delito de odio tiene unas consecuencias por las que se debe pagar.
Consecuencias de los delitos de odio
Estas conductas, tan variadas y tan difíciles de acotar, tienen unas consecuencias igual de difíciles de determinar en muchos casos.
La persona que padece delitos de odio por cualquier motivo, puede sufrir agresiones físicas o verbales, discriminación, y vivir situaciones denigrantes que es del todo necesario evitar.
También la sociedad, un país que “permite” situaciones de este tipo sufre sus consecuencias en la imagen que se tiene de él al otro lado de sus fronteras.
Consecuencias para las víctimas de delitos de odio
Cualquier persona involucrada en una situación como ésta no sale bien parada.
Las repercusiones, tanto emocionales, como físicas y psicológicas, son de una importancia tal que necesita de ayuda médica y apoyo familiar.
Son actos que afectan a su estilo de vida, a sus rutinas y a su bienestar en general, que va perdiendo poco a poco sin darse cuenta, hasta acabar adaptándose a una situación que no entiende, pero que acepta.
Impacto en la sociedad que sufre acciones de odio
Cualquier sociedad se ve muy afectada por estos delitos, la imagen que ofrece queda muy dañada.
Tras el caso de los gritos racistas hacia el jugador del Real Madrid Vinicius Jr, comienza un debate, sobre si la sociedad española es o no racista, que supera nuestras fronteras.
Ver publicados estos delitos de una manera continua, afecta no solo a la imagen de la sociedad, si no que también a la actitud de las personas ante ellos.
Aparecen estereotipos y prejuicios, “etiquetas” que dan por hecho que toda la gente de ese país piensa y actúa de la misma manera.
La idea de “pertenecer a una sociedad racista” puede incluso ser excusa para participar en estas acciones y dejarte llevar por actos en lo que, de otro modo, no estarías de acuerdo.
¿Cómo actuar ante un delito de odio?
Lo primero que debes hacer es denunciar, si eres tú quien está sufriendo esta situación.
Si no es así, pero eres consciente de que alguien lo vive, debes hablar con ella y hacerle ver que no está sola.
Es el primer paso para detenerlo.
Es muy importante porque son acciones que buscan aislar a esta persona, intentar que viva situaciones que no puede soportar, además de tener que hacerlo en soledad.
Es muy importante que toda la comunidad muestre su apoyo a las víctimas y no a los agresores
Pensar un minuto en quien es objeto de esos gritos o acciones, y cómo afectarán a su vida, ya es un gran paso, que ayuda a evitar que se repitan.
Son delitos muy importantes que, entre todos y eliminando la sensación de normalidad, podemos hacerle frente y alejarlos de manera definitiva de la sociedad.
En un proceso legal, muchas veces no es sencillo de probar, es necesario conocer bien qué puede considerarse delito de odio y qué no lo es, para llevar a una persona ante la justicia.
Enfrentarse sin conocimiento da lugar a casos desestimados, o que no llegan a buen puerto, por desconocimiento y no seguir los cauces adecuados.
Perseguir este tipo de delitos tiene un objetivo concreto, proteger a todas las personas que, sin motivo alguno, de raza, religón, sexo, …, necesitan una protección especial.
Conseguir hacerlo con más determinación pasa por acciones legales que terminen con la situación que vives.
Un trabajo conjunto y coordinado con un abogado especialista en Derecho Penal consigue sentencias favorables a las víctimas y que condenan a los agresores.
Tenemos mucha experiencia en este tipo de delitos, si sufres una de esas situaciones, contacta con nosotros, estudiamos tu caso y te ayudamos.
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