Estafas telefónicas y -del amor-, detectarlas para actuar a tiempo

Las estafas, desgraciadamente, están a la orden del día, y cada vez son más sofisticadas. 

Algunas aprovechan la confianza, los sentimientos o incluso la soledad de las personas para sacarles dinero, de entre todas, las más comunes hoy en día son las estafas telefónicas y las llamadas estafas del amor, en ambos casos se trata de ir engatusando a una persona hasta obtener de ella el máximo dinero posible.

Conocerlas bien es fundamental para detenerlas a tiempo y evitar que tú, o alguien cercano, seáis víctimas de un delito de estafa que acabe con vuestro patrimonio.

¿Qué es el delito de estafa?

Antes de entrar de lleno en las estafas telefónicas y del amor, es importante entender en qué consiste una estafa.

Muchas personas no saben que este tipo de engaños están recogidos en el Código Penal como un delito, y que el autor puede enfrentarse a penas de prisión.

El art. 248 del Código Penal explica que comete estafa quien, con ánimo de lucro, engaña a otra persona lo suficiente como para inducirla a cometer un acto que le cause un perjuicio económico, a sí misma o a un tercero.

Con esto queremos decir que si alguien te miente o manipula para que le entregues dinero o firmes algo en su beneficio, y tú acabas perdiendo ese dinero, estás ante una estafa.

Requisitos para que sea delito de estafa

Para que se considere delito y no solo una mentira o engaño moral, deben darse cuatro elementos clave:

  • Ha de ser una mentira lo bastante convincente como para que la víctima actúe confiando en ella.
  • El estafador busca beneficiarse económicamente, actúa con ánimo de lucro.
  • La víctima toma una decisión equivocada por culpa del engaño, entonces hablamos de un “error inducido”.
  • Hay una pérdida real de dinero o bienes, con el consiguiente perjuicio económico para quien la sufre.

¿Qué penas conlleva un delito de estafa?

Las penas son importantes, desde multas a cárcel, todo depende la cantidad de lo estafado o si se ha cometido de forma continuada.

Penas básicas (estafa simple)

De 6 meses a 3 años de prisión, si el valor del daño económico supera los 400 €, en caso de no alcanzar esa cantidad hablamos de una estafa leve, y se castiga con multa de 1 a 3 meses.

Penas agravadas

Las penas aumentan (de 1 a 6 años de prisión y multa de 6 a 12 meses) si se dan circunstancias agravantes, como abusar de una relación personal o de confianza, que la víctima sea vulnerable (por edad, discapacidad, …), que se empleen para ella documentos falsos o, también, si se comete forma organizada o habitual.

Luego, si el perjuicio económico es de especial gravedad (por ejemplo, muy superior a los 50.000 €), también se incluye en este apartado con penas más elevadas.

Tipos más habituales de estafa

Aunque hay muchas formas de estafa, algunas de las más comunes (y que tienen que ver con el tema que tratamos hoy) son:

1. Estafa informática o telemática

Se comete a través de internet o dispositivos electrónicos, como ordenadores o móviles, en este apartado entrarían muchas estafas telefónicas y del amor.

2. Estafa continuada

Cuando se comete de forma repetida en el tiempo o con distintas víctimas, pero con un mismo método.

3. Estafa sentimental

La famosa “estafa del amor” (cada vez más frecuente y difícil de detectar), en la que el estafador crea una relación afectiva falsa para ganarse la confianza y pedir dinero.

Lo más peligroso de este tipo, y de lo que se aprovechan los delincuentes, es cuando hablamos de alguien especialmente vulnerable.

¿Y si la estafa se comete contra una persona con discapacidad o especial vulnerabilidad?

El Código Penal recoge como agravante el hecho de que la víctima tenga una situación especial de vulnerabilidad, ya sea por edad, enfermedad, discapacidad o dependencia emocional.

Esto significa que, si el juez considera que la persona estaba en una situación de clara desprotección (como ocurre muchas veces en las estafas del amor), la pena aumenta considerablemente.

¿Qué son las estafas telefónicas?

Aquellas en las que una persona se pone en contacto contigo por teléfono, haciéndose pasar por alguien de confianza, con la intención de engañarte para conseguir dinero, datos personales o información bancaria.

La forma de actuar de los estafadores es, generalmente, haciéndose pasar por empleados de tu banco, técnicos de una compañía de servicios, una entidad oficial (a menudo Hacienda, que te pone en alerta), y hasta de un familiar que dice estar en apuros.

Sea el caso que sea, utilizan un tono serio y urgente para asustarte o presionarte, como decir que tu cuenta está en peligro, que hay cargos sospechosos, o que debes pagar algo inmediatamente para evitar consecuencias.

¿Qué son las “estafas del amor”?

En este caso, la cosa cambia, aquí hablamos de engaños afectivos a través de internet, en los que el estafador crea una identidad falsa (muchas veces con fotos robadas de perfiles reales) y finge tener una relación sentimental con la víctima.

Todo comienza en redes sociales o aplicaciones de citas para ir ganándose poco a poco su confianza y cariño: se muestra afectuoso, atento y amable, hasta que, tras semanas o meses de contacto diario, llega un momento en que, con alguna excusa creíble, pide dinero.

Las más típicas son comprar un billete de avión para ir a conocerse, que le ha surgido un problema médico o una emergencia familiar urgente, o que se ha presentado una inversión prometedora.

4 técnicas de manipulación en la “estafa del amor” 

Es muy importante entender cómo funcionan las estrategias de manipulación que utilizan estas personas, que, aunque desde fuera pueda parecer evidente, cuando alguien está dentro, no siempre es fácil verlo.

1. Generar urgencia

Te hacen creer que tienes que actuar rápido, ahora mismo, o perderás todo tu dinero, o que si no ayudas, algo terrible ocurrirá.

2. Aislamiento

Intentan alejar a la víctima de su entorno, diciéndole que no cuente nada a familiares o amigos “porque no lo van a entender” o “van a separarnos”.

3. Refuerzo positivo

Elogios constantes, mensajes románticos o de agradecimiento hasta generar dependencia emocional.

4. Culpa

Hacen sentir a la víctima responsable de la situación si no actúa, con frases del tipo: “solo tú puedes ayudarme” o “si no me envías ese dinero, no sé qué voy a hacer”.

¿Cómo actuar ante una estafa?

Descubrir que tú o alguien cercano ha sido víctima de una produce, desde rabia hasta impotencia, incluso a menudo, darse cuenta genera mucha vergüenza, pero es fundamental superarla y actuar cuanto antes, porque el tiempo juega un papel clave en este tipo de delitos.

Denuncia siempre, aunque parezca tarde

Lo primero que has de recordar es que la estafa es un delito, por tanto, puedes y debes denunciar.

Aunque hayan pasado semanas o meses, no te resignes ni pienses que ya no se puede hacer nada, con una denuncia permites que se investigue al estafador y que la víctima (seas tú o alguien de tu entorno) tenga opciones de recuperar su dinero o recibir algún tipo de compensación.

Recopila toda la información posible

Antes o después de interponer la denuncia, es muy útil reunir todas las pruebas disponibles

Aunque pienses que algunos datos son poco relevantes, pueden ayudar a identificar al estafador o reforzar tu testimonio, por lo que aporta todo lo que tengas, como conversaciones (WhatsApp, email, SMS, audios, …), direcciones de correo, cuentas bancarias, justificantes de pagos, y hasta capturas de pantalla.

Menos corriente es contar con testigos, pero si se da el caso, serán una pieza fundamental en el proceso, ya sea porque han vivido esa situación o porque puedan dar fe del estado emocional en el que te encuentras.

Otro caso demasiado habitual es que la víctima, ya sea por vergüenza o porque no se dé cuenta de la manipulación y continúe justificando al estafador, se niegue a denunciar.

En estos casos, es fundamental actuar con sensibilidad en todo momento, y cuando la vulnerabilidad de la víctima afecte a su capacidad para decidir, puedes solicitar una curatela representativa. 

¿Qué es la curatela representativa?

Una medida de apoyo que se aplica cuando una persona necesita que otro actúe legalmente en su nombre para proteger sus intereses. 

Esta figura fue actualizada por la Ley 8/2021, que modificó el Código Civil para adaptarse a la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad.

Se aplica por decisión judicial, y suele ser solicitada por familiares cuando la víctima:

  • No es consciente del peligro.
  • Tiene alteraciones cognitivas graves.
  • Está siendo manipulada repetidamente.

El curador representativo puede impedir que la persona tome decisiones y actúe de manera que el perjuicio económico final sea importante, protegiéndola de este tipo de situaciones.

Generalmente, pensamos que nunca vamos a caer en una estafa así, “que la vamos a ver venir”, pero quienes las realizan son auténticos profesionales del engaño con la capacidad de engatusar a prácticamente cualquier persona.

Ante una sospecha de que alguien está siendo víctima, lo más importante es actuar con empatía, ofrecer ayuda sin juicio y buscar apoyo legal.

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539

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