¿Puede tu casero impedir que cambies los muebles?
Alquilas un piso amueblado y, distinto es que sea para unos pocos meses, para una pequeña estancia por estudios o trabajo, o que sea con la idea de crear el hogar de tu nueva vida.
En el primer caso, te puedes conformar y adaptarte a eso que no te guste de la decoración, en el segundo, la cosa puede complicar: cuando llegas a un piso amueblado para estar durante mucho tiempo, y esos muebles no son de tu agrado, o prefieres tener otro tipo que decoración
¿Qué pasa si el sofá no es cómodo, o la mesa del comedor no encaja con tu estilo? ¿Tu casero puede decirte que no? ¿Qué dice la ley en esos casos?
¿Qué dice la ley sobre los muebles en un alquiler?
En España, los alquileres están regulados principalmente por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que aunque no entra en detalles específicos sobre los muebles, sí establece los derechos y deberes tanto del casero como del inquilino.
Cuando firmas un contrato de alquiler, este documento es clave, de ahí su importancia y que insistamos tanto en que no te limites a uno bajado de internet, genérico y que para nada se refiere a tu situación, sino que lo hagas con un contrato redactado por un abogado.
Ahora, siguiendo con este importante tema, si el piso está amueblado, el contrato debe incluir un inventario detallado que especifique los muebles y electrodomésticos que forman parte de la vivienda.
Por tanto, si los menciona, se convierten automáticamente en un punto importante del acuerdo, y cambiarlos o eliminarlos sin permiso puede considerarse una modificación del contrato.
En caso contrario, si no hay inventario o cláusulas específicas sobre ellos, la situación se te presenta más flexible, pero no significa que tengas carta blanca y que, en cuanto entres por la puerta, te deshagas de todo lo que hay en la vivienda ni que cambies los muebles sin permiso.
¿Puedo cambiar los muebles sin permiso?
Como hemos comentado, todo lo que hayas firmado, o no, en el contrato es fundamental para saber cómo actuar durante el arrendamiento, no solo en el tema de mobiliario, sino en cualquier otro aspecto concerniente a la vivienda.
En el caso concreto del mobiliario, veamos tres posibles escenarios:
01.-El contrato prohíbe expresamente modificar los muebles
En este caso, las reglas son claras y por eso podemos decirte: no puedes sustituir ni cambiar los muebles sin el permiso del casero.
Hacerlo implica sanciones, como perder parte de la fianza si el propietario considera que no has respetado las condiciones del contrato, o cualquier otra que se pueda especificar como cláusula del mismo.
No hay que olvidar que las cláusulas del contrato las firmáis las dos partes y que, solo porque te apetezca, no las puedes incumplir, o al menos no sin consecuencias.
02.-El contrato no menciona nada sobre los muebles
Aquí entramos en terreno más gris.
Legalmente, el casero puede argumentar que los muebles son parte de la vivienda alquilada, y que cualquier modificación afecta su propiedad, sin embargo, también puedes defender que un cambio temporal no supone un problema, siempre que respetes las condiciones originales al devolver el piso.
03.-Hay un acuerdo previo
Lo mejor, siempre, es hablar con el propietario antes de hacer cambios.
Si el casero está de acuerdo, asegúrate de dejarlo por escrito, aunque sea un correo electrónico, es la mejor manera que tengas un respaldo para que cuando, pasado el tiempo, alguien no se acuerde de lo que se dijo meses o incluso años atrás.
Así evitarás malentendidos en el futuro.
¿Qué pasa si quiero sustituir los muebles de mi piso de alquiler?
Es algo muy habitual, ya sea nada más entrar, porque no encajan con tu estilo, o pasado el tiempo porque quieres dar otro aire a tu vivienda.
En cualquier caso ten cuenta estos dos escenarios:
Sustitución temporal
Es una opción que puede conseguir que ambos estéis de acuerdo, puedes llevarlos a un guardamuebles, un trastero o cualquier lugar donde estén protegidos y, una vez que te vayas de la casa, puedes llevarte los tuyos y reubicar los antiguos
En ese caso, asegúrate de que sea en un lugar seguro y en buen estado, que los mantenga en condiciones, y no causar daños a los muebles durante su almacenamiento.
Sustitución permanente
Si prefieres cambiarlos y no devolverlos, necesitas el consentimiento del casero, ten en cuenta que no son tuyos, y no puedes actuar sobre ellos como si lo fueran.
Pero vamos un poco más allá, incluso si estás dispuesto a pagar los nuevos muebles, el propietario tiene derecho a decidir sobre su propiedad, y negarse a que lo hagas.
Quiero cambiar los muebles y mi casero se niega
Estamos ante una situación que escuchamos a menudo en el bufete, cuando nuestros clientes nos hacen esta consulta.
El casero se cierra en banda y no hay manera de llegar a un acuerdo para conseguir su permiso de cambiar los muebles del piso de alquiler.
En esos supuestos, lo primero es acudir al contrato y asegurarte si esa negativa tiene fundamento legal, en caso de que se diga expresamente que no se permite, no puedes hacer nada si se niega a negociar.
Es en este punto es cuando llegan nuestros clientes, para conocer con qué opciones cuentan para actuar, y debes hacerlo tú también si te ves en esa situación, porque un cambio de los muebles sin autorización no es recomendable.
Te enfrentas a problemas legales o económicos una vez que finalice el contrato.
Qué muebles se consideran parte del inventario inicial
El inventario es una lista detallada de los bienes que forman parte de la vivienda alquilada, normalmente, incluye:
Muebles grandes, como sofás, camas, mesas, sillas y armarios.
Electrodomésticos, como frigoríficos, lavadoras y microondas.
Elementos decorativos importantes, como lámparas, cortinas o alfombras.
El inventario no suele incluir objetos menores, como utensilios de cocina o pequeños adornos, a menos que el propietario los haya listado específicamente.
Si el contrato no lo tiene en cuenta, no debes conformarte, añádelo tú, documenta el estado del piso al inicio del arrendamiento, con fotos o vídeos, para evitar conflictos al final del contrato.
¿Y si el casero no cumple con su parte?
El propietario también tiene unas obligaciones en lo referente a los muebles que debe cumplir en caso de que se niegue a que los cambies.
La principal es que los muebles han de estar en perfecto estado al inicio del contrato.
Si un mueble se deteriora por su uso normal, el casero tiene la obligación de repararlo o sustituirlo, pero cuando te lo entrega con la vivienda, debe estar, o funcionar, perfectamente.
En caso de que no sea así y se niegue a que realices el cambio, estás en disposición de reclamar tus derechos como inquilino.
¿Qué pasa con la fianza?
La fianza es una garantía para el propietario en caso de que el piso sufra daños, o no respetes las condiciones del contrato
En el supuesto de que cambies los muebles sin permiso, sin estar contemplado en el acuerdo, el casero puede actuar de manera legal contra ti y hacerlo de dos maneras, principalmente.
Una de ellas, retener parte de la fianza para cubrir el coste de devolver los muebles originales, o de recuperar eso que has dañado o retirado, por ejemplo si había una mesita en el salón que a ti no te gustaba y la quitas, la cantidad que te retiene será la necesaria para sustituir esa mesita, y dejar el salón en su estado inicial.
Otra manera en la que puede actuar contra ti es al argumentar que el cambio de muebles conlleva un incumplimiento del contrato, y te expones a las sanciones que supone hacerlo.
Consejos para evitar problemas con muebles en el piso de alquiler
Siempre damos el mismo consejo cuando se trata de relaciones como esta que pueden durar mucho tiempo y que, en caso de que aparezcan conflictos, es muy difícil para ambas partes: el diálogo.
Habla con el propietario
La comunicación es clave.
Si tienes en mente un cambio, explica tus motivos al casero, a menudo, un propietario razonable no pone pegas a que mejores el espacio, mientras respetes sus condiciones.
Negocia al inicio del contrato
Si sabes que quieres usar tus propios muebles, plantea la posibilidad desde el principio.
Algunos propietarios aceptan guardar los originales mientras dura el alquiler, pero hacerlo sin su consentimiento convierte algo que se hubiera solucionado al principio en una batalla legal.
Guarda siempre un registro
Cualquier acuerdo verbal con el casero es mejor tenerlo por escrito, puede ser suficiente un email o un wasap al que recurrir en caso necesario para evitar futuros malentendidos.
Revisa el estado de los muebles
Antes de hacer cambios, revisa y documenta el estado de los muebles originales, muy útil si surge alguna disputa al final del contrato.
Una relación entre arrendador y arrendatario es a veces complicada, uno utiliza la propiedad del otro durante una temporada, y está presente la posibilidad de que surjan situaciones en las que ambos no piensen igual.
Lo mejor de todo para evitarlos es realizar un contrato detallado al que acudir ante cualquier tema referente al piso y, en caso de que no lo contemple, intentar llegar a un acuerdo entre ambos en el mejor consejo que podemos darte.
Manuel Hernández García
Director y Socio Bufete Vilches Abogados
Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539