Acuerdos prenupciales y postnupciales, cómo funcionan y por qué son una buena idea
Cuando una pareja decide casarse, el futuro que hay en su cabeza está lleno de felicidad y estabilidad, pero, con el tiempo, se dan cuenta de que no es así y es cuando, en muchos casos, acuden a nuestro bufete.
Una gran cantidad de parejas deciden separarse y contar con acuerdos que protejan el patrimonio de cada uno, es una de las mejores decisiones para evitar conflictos en el reparto de bienes
Aunque, pensar en ello justo antes de pasar por el altar parece un tema complicado o poco romántico, hacer frente a estas cuestiones desde el principio, según nuestra experiencia, evita conflictos futuros y garantiza la seguridad económica de ambas partes.
Hablamos de esos acuerdos que se firman, pre y postboda, en los que se decide que es y será de cada uno si, al final, la cosa no acaba bien.
¿Qué son los acuerdos prenupciales y postnupciales?
En el art.1323 del Código Civil se explica que los cónyuges pueden transmitirse bienes y derechos, así como celebrar todo tipo de contratos, entre los que podemos incluir estos dos tipos de acuerdos.
Los prenupciales son contratos que las parejas firman antes de casarse, en los que se establece la manera de gestionar el patrimonio de cada uno durante el matrimonio, y también qué sucede con los bienes en caso de separación o divorcio.
Por otro lado, los postnupciales son otro tipo de documento muy similar, pero con la diferencia de que se firman después de que la pareja ya esté casada, tienen el mismo objetivo, solamente cambia el momento en el que se realiza,
Ambos persiguen lo mismo: claridad y protección económica, y ambos tienen la capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada pareja.
¿Para qué sirven estos acuerdos?
Cumplen funciones esenciales para garantizar la seguridad económica de ambas partes una vez que dejen de estar juntos, y, aunque cada pareja es diferente y acuerda añadir las condiciones que le interesa, las principales razones que nos encontramos son:
Protegen bienes adquiridos antes del matrimonio
Si alguno de los dos tiene propiedades, ahorros, o incluso un negocio antes de la unión, un acuerdo prenupcial garantiza que todo eso siga siendo exclusivamente suyo en caso de divorcio.
Establecen cómo se dividirán los bienes adquiridos durante el matrimonio
En muchas ocasiones, durante la relación, las parejas se hacen con propiedades, ahorros o, también, deudas de manera conjunta, por ejemplo, y lo más habitual, es la vivienda familiar con una hipoteca a medio pagar, o un negocio que deciden crear juntos, y que hay que seguir sacando adelante tras la ruptura.
Un acuerdo, en estos casos, detalla cómo se maneja todo esto si la relación termina.
Evitan conflictos en caso de divorcio
Tener un documento claro y legalmente válido evita discusiones y malentendidos sobre el reparto de bienes y responsabilidades económicas, cuando hay otros mucho temas que solucionar en este momento, sobre todo si la relación no acaba de una manera demasiado cordial
Protegen herencias y legados familiares
Si alguno de los dos espera recibir una herencia, o tiene bienes que forman parte del patrimonio familiar, un acuerdo firmado antes o después de la boda, garantiza que permanezcan dentro de la familia
Establecen derechos y obligaciones económicas
No solo se trata de repartir bienes que se tiene o se consiguen durante la relación, también hay casos en los que se dirigen a otro tipo y cuestiones como pensiones compensatorias, o cómo se cubrirán los gastos durante el matrimonio.
3 ventajas de firmar acuerdos pre y postnupciales
Contar con alguno de ellos no solo da tranquilidad, sino que ofrece beneficios concretos para la relación, y deja claras cuestiones que llegan a ser problemáticas si no se les hace frente en el momento en el que todavía se puede dialogar.
Claridad y transparencia
Con ellos, los miembros de la pareja saben exactamente qué esperar en términos económicos, lo que reduce tensiones y conflictos, sobre todo si existe un desequilibrio en el patrimonio ya desde antes de la unión
Protección de los hijos
Un tema muy importante y por el que aconsejamos que se realicen estos acuerdos: si existen hijos fruto de relaciones anteriores.
Aquí, con este tipo de documentos se garantiza una protección de los bienes que les corresponden.
Adaptabilidad
Una característica que tienen, y que es muy beneficiosa, es la posibilidad de revisar y modificar con el tiempo, para adaptarlos a nuevas circunstancias, como la compra de propiedades o cambios en la situación laboral.
Se trata solamente de elaborar estos acuerdos de manera correcta y legal para que ambas partes se vean beneficiadas, o, por lo menos, no se vean perjudicadas con la separación.
¿Cómo se elaboran los acuerdos pre y postboda?
El proceso para crear un acuerdo prenupcial o postnupcial requiere de varios pasos importantes que has de conocer antes de ponerte a hacer algo que, a la larga, te pueda perjudicar
01.-Consulta con un abogado especializado
Fundamental.
Contar con consejo y asesoramiento de profesionales en Derecho de familia es el primer paso que debes dar, lo que te asegura que “eso” que vais a firmar cumple con la legislación vigente, y es justo para ambos.
02.-Diálogo y consenso
Otro punto que, aunque a menudo no es sencillo, has de conseguir.
La comunicación abierta entre la pareja es clave, y aunque, como decíamos al principio, puede parecer poco romántico y demostrar desconfianza, una vez superada esta barrera, debéis estar de acuerdo con los términos y sentir que se está protegiendo a ambos de manera equitativa.
03.-Redacción del documento
Ahora ya es lo más sencillo, en este momento el abogado redacta el acuerdo, detallando los bienes de cada uno, cómo se gestionan durante el matrimonio, qué sucede en caso de separación, y todos aquellos términos que consideráis importante de vuestra relación.
04.-Firma y registro
Una vez que ambos estáis conformes, el documento se firma ante notario y, si es necesario, se registra garantizando así su validez legal.
¿Son los acuerdos prenupciales y postnupciales para todas las parejas?
No todas consideran necesario firmar un acuerdo, de hecho no lo realizan, sin embargo, son especialmente recomendables en los casos como:
- alguno de los dos tiene un patrimonio significativo antes del matrimonio, muy habitual cuando uno de los dos viene de una familia adinerada, o también si existen negocios o inversiones que se desean proteger.
- matrimonios donde uno de los dos tiene hijos de relaciones anteriores.
- ante expectativas de recibir una herencia o legado considerable que se desea que mantenga en la familia
¿Qué sucede si no hay un acuerdo?
En ausencia de un acuerdo prenupcial o postnupcial, el patrimonio de la pareja se rige por el régimen económico matrimonial que se decida: de gananciales o separación de bienes, dependiendo de la comunidad autónoma donde residas o de lo que hayáis pactado al casaros.
Régimen de gananciales
Los bienes adquiridos durante el matrimonio se consideran comunes, salvo excepciones como herencias o donaciones.
Régimen de separación de bienes
Cada miembro conserva la propiedad de todo eso que consigue, de manera independiente, salvo que se pacte lo contrario.
Cuando un matrimonio termina y no existe un acuerdo claro, el proceso de división puede ser largo y conflictivo, por lo que, hablar de ello y atar todos los cabos, antes de pasar por el altar no solo no perjudica a la pareja ni resta confianza, sino que es muy beneficioso por si, a la larga, surgen problemas que no se pueden superar.
Una vez que conoces su importancia, el primer paso es esencial, acudir a un abogado que os asesore, ten por seguro que asegurar de manera legal estos temas antes evita muchas discusiones después.
Manuel Hernández García
Director y Socio Bufete Vilches Abogados
Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539
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