Acuerdos prenupciales y postnupciales, cómo funcionan y por qué son una buena idea

Cuando una pareja decide casarse, el futuro que hay en su cabeza está lleno de felicidad y estabilidad, pero, con el tiempo, se dan cuenta de que no es así y es cuando, en muchos casos, acuden a nuestro bufete.

Una gran cantidad de parejas deciden separarse y contar con acuerdos que protejan el patrimonio de cada uno, es una de las mejores decisiones para evitar conflictos en el reparto de bienes

Aunque, pensar en ello justo antes de pasar por el altar parece un tema complicado o poco romántico, hacer frente a estas cuestiones desde el principio, según nuestra experiencia, evita conflictos futuros y garantiza la seguridad económica de ambas partes.

Hablamos de esos acuerdos que se firman, pre y postboda, en los que se decide que es y será de cada uno si, al final, la cosa no acaba bien.

¿Qué son los acuerdos prenupciales y postnupciales?

En el art.1323 del Código Civil se explica que los cónyuges pueden transmitirse bienes y derechos, así como celebrar todo tipo de contratos, entre los que podemos incluir estos dos tipos de acuerdos.

Los prenupciales son contratos que las parejas firman antes de casarse, en los que se establece la manera de gestionar el patrimonio de cada uno durante el matrimonio, y también qué sucede con los bienes en caso de separación o divorcio.

Por otro lado, los postnupciales son otro tipo de documento muy similar, pero con la diferencia de que  se firman después de que la pareja ya esté casada, tienen el mismo objetivo, solamente cambia el momento en el que se realiza,

Ambos persiguen lo mismo: claridad y protección económica, y ambos tienen la capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada pareja.

 

¿Para qué sirven estos acuerdos?

Cumplen funciones esenciales para garantizar la seguridad económica de ambas partes una vez que dejen de estar juntos, y, aunque cada pareja es diferente y acuerda añadir las condiciones que le interesa, las principales razones que nos encontramos son:

Protegen bienes adquiridos antes del matrimonio

Si alguno de los dos tiene propiedades, ahorros, o incluso un negocio antes de la unión, un acuerdo prenupcial garantiza que todo eso siga siendo exclusivamente suyo en caso de divorcio.

Establecen cómo se dividirán los bienes adquiridos durante el matrimonio

En muchas ocasiones, durante la relación, las parejas se hacen con propiedades, ahorros o, también, deudas de manera conjunta, por ejemplo, y lo más habitual, es la vivienda familiar con una hipoteca a medio pagar, o un negocio que deciden crear juntos, y que hay que seguir sacando adelante tras la ruptura.

Un acuerdo, en estos casos, detalla cómo se maneja todo esto si la relación termina.

Evitan conflictos en caso de divorcio

Tener un documento claro y legalmente válido evita discusiones y malentendidos sobre el reparto de bienes y responsabilidades económicas, cuando hay otros mucho temas que solucionar en este momento, sobre todo si la relación no acaba de una manera demasiado cordial

Protegen herencias y legados familiares

Si alguno de los dos espera recibir una herencia, o tiene bienes que forman parte del patrimonio familiar, un acuerdo firmado antes o después de la boda, garantiza que permanezcan dentro de la familia

 

Establecen derechos y obligaciones económicas

No solo se trata de repartir bienes que se tiene o se consiguen durante la relación, también hay casos en los que se dirigen a otro tipo y cuestiones como pensiones compensatorias, o cómo se cubrirán los gastos durante el matrimonio.

3 ventajas de firmar acuerdos pre y postnupciales

Contar con alguno de ellos no solo da tranquilidad, sino que ofrece beneficios concretos para la relación, y deja claras cuestiones que llegan a ser problemáticas si no se les hace frente en el momento en el que todavía se puede dialogar.

Claridad y transparencia

Con ellos, los miembros de la pareja saben exactamente qué esperar en términos económicos, lo que reduce tensiones y conflictos, sobre todo si existe un desequilibrio en el patrimonio ya desde antes de la unión

Protección de los hijos

Un tema muy importante y por el que aconsejamos que se realicen estos acuerdos: si existen hijos fruto de relaciones anteriores.

Aquí, con este tipo de documentos se garantiza una protección de los bienes que les corresponden.

Adaptabilidad

Una característica que tienen, y que es muy beneficiosa, es la posibilidad de revisar y modificar con el tiempo, para adaptarlos a nuevas circunstancias, como la compra de propiedades o cambios en la situación laboral.

 

Se trata solamente de elaborar estos acuerdos de manera correcta y legal para que ambas partes se vean beneficiadas, o, por lo menos, no se vean perjudicadas con la separación. 

¿Cómo se elaboran los acuerdos pre y postboda?

El proceso para crear un acuerdo prenupcial o postnupcial requiere de varios pasos importantes que has de conocer antes de ponerte a hacer algo que, a la larga, te pueda perjudicar

01.-Consulta con un abogado especializado

Fundamental.

Contar con consejo y asesoramiento de profesionales en Derecho de familia es el primer paso que debes dar, lo que te asegura que “eso” que vais a firmar cumple con la legislación vigente, y es justo para ambos.

02.-Diálogo y consenso

Otro punto que, aunque a menudo no es sencillo, has de conseguir.

La comunicación abierta entre la pareja es clave, y aunque, como decíamos al principio, puede parecer poco romántico y demostrar desconfianza, una vez superada esta barrera, debéis  estar de acuerdo con los términos y sentir que se está protegiendo a ambos de manera equitativa.

03.-Redacción del documento

Ahora ya es lo más sencillo, en este momento el abogado redacta el acuerdo, detallando los bienes de cada uno, cómo se gestionan durante el matrimonio, qué sucede en caso de separación, y todos aquellos términos que consideráis importante de vuestra relación.

04.-Firma y registro

Una vez que ambos estáis conformes, el documento se firma ante notario y, si es necesario, se registra garantizando así su validez legal.

¿Son los acuerdos prenupciales y postnupciales para todas las parejas?

No todas consideran necesario firmar un acuerdo, de hecho no lo realizan, sin embargo, son especialmente recomendables en los casos como:

  • alguno de los dos tiene un patrimonio significativo antes del matrimonio, muy habitual cuando uno de los dos viene de una familia adinerada, o también si existen negocios o inversiones que se desean proteger.
  • ante expectativas de recibir una herencia o legado considerable que se desea que mantenga en la familia

¿Qué sucede si no hay un acuerdo?

En ausencia de un acuerdo prenupcial o postnupcial, el patrimonio de la pareja se rige por el régimen económico matrimonial que se decida: de gananciales o separación de bienes, dependiendo de la comunidad autónoma donde residas o de lo que hayáis pactado al casaros.

Régimen de gananciales

Los bienes adquiridos durante el matrimonio se consideran comunes, salvo excepciones como herencias o donaciones.

Régimen de separación de bienes

Cada miembro conserva la propiedad de todo eso que consigue, de manera independiente, salvo que se pacte lo contrario.

Cuando un matrimonio termina y no existe un acuerdo claro, el proceso de división puede ser largo y conflictivo, por lo que, hablar de ello y atar todos los cabos, antes de pasar por el altar no solo no perjudica a la pareja ni resta confianza, sino que es muy beneficioso por si, a la larga, surgen problemas que no se pueden superar.

Una vez que conoces su importancia, el primer paso es esencial, acudir a un abogado que os asesore, ten por seguro que asegurar de manera legal estos temas antes evita muchas discusiones después.

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539

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¿Qué derechos tiene el progenitor no custodio?

Tras una separación o divorcio, las decisiones sobre la custodia de los hijos son, sin ninguna duda, una de las mayores preocupaciones para los padres, y llevan a más de un conflicto cuando la relación no ha terminado de manera cordial.

En ese momento, el progenitor no custodio desempeña un papel esencial en la vida de sus hijos, aunque no conviva con ellos a diario, esto es que, no compartir su día no es razón para que no tenga las mismas obligaciones que si lo hiciera, las tiene siempre, adaptándolas a su situación.

Una figura con unos derechos que le otorga la paternidad o maternidad y que merece la pena recordar para tenerlos presentes, por el bien siempre de los hijos menores.

¿Qué significa ser el progenitor no custodio?

El progenitor no custodio es aquel que, tras una separación o divorcio, no tiene la guarda y custodia de los hijos, es decir, que los menores no residen habitualmente con él, aunque, en la mayoría de los casos, sigue compartiendo la patria potestad.

Este progenitor conserva derechos y obligaciones fundamentales que garantizan su relación y participación en la vida de sus hijos, y son todas ellas las que queremos aclarar para alejar una cierta confusión que hemos notado en casos que llegan a nuestro bufete.

Progenitor no custodio, ¿cuáles son sus derechos?

Como decimos, serlo no supone que te quedas al margen de todo lo que concierne a la vida de tus hijos. 

La ley protege tu derecho a mantener una relación significativa con ellos, y a participar en decisiones importantes que afecten su vida, con unos derechos enfocados en lograr un entorno equilibrado y garantizar que ambos vais a estar presentes, y a contribuir tanto en el desarrollo como en el bienestar del menor.

01. Derecho de visita

Uno de los fundamentales para el progenitor no custodio.

Garantiza el contacto directo y frecuente con tus hijos, aunque no vivas a su lado, por norma general hay una frecuencia común en los casos de custodia compartida, que, naturalmente, se deben adaptar a cada uno.

Para llegar a ella lo mejor que la buena relación de los padres consiga acuerdos amistosos, en otro caso, el juez tomará parte para definirlas.

  • Visitas regulares, días entre semana, fines de semana alternos y periodos vacacionales
  • Festividades y fechas especiales, es habitual que se alternen año a año celebraciones importantes como Navidad o el día del cumpleaños del niño.

Es fundamental señalar que este derecho se acuerda en función del interés superior del menor, si las circunstancias cambian, el régimen de visitas puede ser modificado judicialmente para ajustarse a las nuevas necesidades, de los hijos o de los progenitores.

02. Derecho a participar en las decisiones importantes

Aunque el progenitor no custodio no conviva habitualmente con los hijos, comparte la patria potestad con la otra parte (salvo casos excepcionales), esto significa que tiene derecho a participar en decisiones clave sobre:

  • Educación, como la elección del colegio, cambios en el sistema educativo, actividades extraescolares, necesidades especiales, …
  • Salud, como la necesidad de tratamientos médicos importantes o elección de pediatras y especialistas.
  • Lugar de residencia, si el progenitor custodio desea mudarse a otra ciudad o país, necesita la autorización del no custodio, o una resolución judicial.

Es fundamental que ambos trabajen en equipo y comuniquen las decisiones cruciales para garantizar el bienestar del menor.

03. Derecho a estar informado

El progenitor no custodio tiene derecho a conocer todo eso que se puede considerar relevante sobre la vida de sus hijos.

  • Informes escolares, calificaciones y rendimiento en las clases.
  • Información médica, diagnósticos y tratamientos.
  • Actividades o eventos importantes en la vida del menor.

En este caso, incluso, puede dirigirse directamente a instituciones como el colegio o el centro de salud, ya que son entidades obligadas a proporcionar información a ambos progenitores, salvo que exista una orden judicial que lo limite.

04. Derecho a solicitar la custodia compartida

Solicitar una modificación en las medidas de custodia o pedir la custodia compartida, por ejemplo, si las circunstancias han cambiado, siempre mediante la presentación de pruebas de que es lo mejor para el menor.

Sin embargo, la decisión final depende de lo que el juez considere más beneficioso para el niño.

05. Derecho a ser escuchado en caso de conflicto

En situaciones donde surgen desacuerdos entre los progenitores, el no custodio tiene derecho a plantear sus inquietudes ante un juez.

Una situación muy habitual que nos encontramos es si considera que el régimen de visitas es insuficiente, o poco adecuado, y también ante un desacuerdo con alguna decisión tomada por el progenitor custodio.

El sistema judicial está diseñado para escuchar a ambas partes y garantizar que las decisiones finales siempre prioricen el interés del menor.

06. Derecho a no ser excluido

El progenitor custodio no puede tomar decisiones unilaterales que excluyan al no custodio de la vida del menor, no puede dificultar ni impedir el contacto ni resolver temas importantes sin consultarle.

Además, como hemos comentado anteriormente, un cambio de residencia debe ser aceptado por la otra parte, no puede hacerse sin autorización de quien no tiene la custodia, porque afecta de manera considerable a su presencia en la vida de los hijos, sobre todo si este cambio de domicilio es a miles de km de distancia

Si se vulneran cualquier de estos derechos, el progenitor no custodio puede acudir al juzgado para solicitar medidas que protejan su relación con el menor.

¿Qué hacer si se vulneran tus derechos como progenitor no custodio?

En el momento en que sientas que ocurre y que se te está excluyendo de la vida de tus hijos, debes actuar para evitarlo.

Mediación

Una alternativa inicial, cuando no es posible llegar a un acuerdo por las continuas desavenencias que no hacen las que poner trabas a cualquier situación, es claro que no se puede llegar a decisiones conjuntas, entonces, acudir a un mediador familiar ayuda a resolver conflictos de manera amistosa.

La mediación en una acción previa para evitar el siguiente paso (más lento y costoso), que es acudir a los tribunales. 

Acción judicial

En casos graves, como el incumplimiento del régimen de visitas o la falta de información, se puede interponer una demanda para proteger los derechos, tanto del progenitor no custodio como del menor.

Cabe recordar que, como progenitor no custodio, tienes derechos, pero también obligaciones, y si no las cumples, la otra parte también tomar medidas

Obligaciones del progenitor no custodio

Junto con los derechos, el progenitor no custodio también tiene una serie de obligaciones que debe cumplir, no olvidemos que ha de colaborar en la vida de los pequeños, y esto implica todo eso que necesite.

El incumplimiento de estas obligaciones tiene consecuencias legales, que van desde sanciones económicas hasta modificaciones en las medidas de custodia.

Pago de la pensión de alimentos

Un deber fundamental que asegura que el menor recibe el soporte económico necesario para cubrir gastos como alimentación, educación, ropa y actividades.

Cumplimiento del régimen de visitas

Aunque parezca una obligación menos evidente, es importante que el progenitor no custodio cumpla con las visitas acordadas, ya que esto es clave para mantener una relación estable y positiva con el menor.

Se trata de mantenerte presente en su vida, y participar en su bienestar y desarrollo, casi de la misma manera que si vivieras con él.

En todo caso, siempre ten en cuenta que para dar cualquier paso importante que afecte a tus hijos, es conveniente consultar con un abogado especializado en Derecho de familia que analice la situación y proteja tanto tus derechos como los de esos menores a quienes no se puede alejar de tu vida.

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

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Separación, divorcio y nulidad: diferencias y cómo te afectan

Cuando una relación de pareja atraviesa dificultades irreparables, y llega el momento de tomar la decisión de ponerle fin te encuentras con varias vías legales para hacerlo, y no siempre es sencillo saber cuál es la que más te interesa.

Dar con la mejor solución pasa por entender cada una: la nulidad matrimonial, el divorcio y la separación, que, aunque suenen similares, representan situaciones y consecuencias legales completamente diferentes.

Tener claro cada una es fundamental para seguir adelante tras la ruptura.

¿Qué es la nulidad matrimonial?

Un procedimiento legal que declara que un matrimonio nunca fue válido desde el principio. 

En otras palabras, se considera que no existió jurídicamente porque no cumplía con los requisitos necesarios para ser válido.

¿Cómo se puede solicitar la nulidad?

Un matrimonio puede ser declarado nulo si se demuestra que, en el momento de su celebración, existía algún impedimento legal como estos que te exponemos:

Falta de consentimiento

Si una de las partes no da su consentimiento de manera libre y consciente, hablamos de casos de coacción o amenazas para que se lleve a cabo.

Falta de capacidad

Cuando uno de los cónyuges es menor de edad, o si tiene alguna incapacidad mental que impida comprender el matrimonio.

Recordemos que, en cuanto a los menores de edad, existía una dispensa matrimonial que les permitía casarse desde los 14 años, pero que tras la  Ley de la Jurisdicción Voluntaria  ha desaparecido, en la actualidad solo es posible el matrimonio de menores en el caso de que tengan 16 años y estén emancipados.

Matrimonio previo no disuelto

Este caso se refiere a que uno de los contrayentes ya está casado y no se ha divorciado en el momento de la nueva unión.

Parentesco cercano

Si existe una relación de parentesco directo entre los cónyuges (como hermanos o padres e hijos).

Fraude o engaño

Si el matrimonio se celebra bajo falsas pretensiones o con intenciones fraudulentas, y también en los casos de falsedad de documentos oficiales, y si se utiliza una identidad falsa.

En estos supuestos, te expones a sanciones económicas que se endurecen si se demuestra que son hechos se llevan a cabo con ánimo de lucro.

Consecuencias legales de la nulidad de un matrimonio

Sencillamente, después de ella, el matrimonio deja de existir.

Los hijos nacidos durante la relación conservan sus derechos, como hubiera sido válido, por ejemplo el de recibir alimentación o los derechos de herencia, que ambos quedan intactos.

Por último, en caso de que una de las partes no tuviera conocimiento de los hechos que han llevado a la nulidad y haya salido perjudicada, puede recibir una compensación económica.

¿Qué es el divorcio?

El proceso legal que pone fin a un matrimonio válido. 

A diferencia del caso anterior, no lo anula, sino que lo disuelve, reconociendo que existió y fue legal hasta el momento de su finalización.

 

¿Cómo se puede solicitar?

En nuestro país, el divorcio puede solicitarse de mutuo acuerdo o, de forma unilateral, por una de las partes, y no es necesario justificar motivos específicos, solamente se requiere cumplir que  hayan transcurrido, al menos, tres meses desde la celebración del matrimonio.

Excepcionalmente, se puede solicitar antes si hay situaciones de riesgo o peligro para uno de los cónyuges o los hijos.

Consecuencias legales del divorcio

En este caso, se pone fin a las obligaciones matrimoniales, como el deber de convivencia y fidelidad, además, hay un reparto de propiedades que es diferente según si hablamos de un matrimonio en gananciales o separación de bienes.

En cuanto a los hijos nacidos de la relación, existe una regulación de su custodia, el régimen de visitas y de la pensión alimenticia, en los casos en los que corresponda.

Además, cuando el divorcio deja a uno de los cónyuges en una situación económica muy desfavorable, puede establecerse una pensión compensatoria.

¿Qué es la separación?

Implica que los cónyuges dejan de vivir juntos y suspenden sus obligaciones matrimoniales, pero no disuelve el vínculo matrimonial.

Con esto queremos aclarar que si te separas, legalmente, sigues casado aunque ya no tengas ningún contacto con tu pareja, y seáis totalmente independientes el uno del otr.

Para eliminar cualquier vínculo, tienes que dar el paso anterior y acudir al divorcio.

¿Cómo se puede solicitar?

Para resolver esta duda, diferenciemos antes entre dos tipos y reparaciones de hecho o legal.

Una separación de hecho es cuando decidís vivir separados sin que haya necesidad de intervención judicial, se trata de una decisión que tomáis de mutuo acuerdo y no necesita nada más, solo que recuerdes que seguís casados.

En este caso basta con que ambos lleguéis a ese acuerdo y que cada uno decida su camino sin el otro, sin que entre en esa decisión nadie más.

Por otro lado, está la separación legal, cuando entra en juego un juez porque entre vosotros no hay posibilidad de que lleguéis a un entendimiento

Aquí, es necesario solicitarla por vía legal para, además, determinar acuerdos sobre custodia, visitas y reparto de bienes, si son necesarios, y que en el primer caso se alcanzan de manera amistosa.

Consecuencias legales de la separación

Si te decides por esta manera de terminar con tu matrimonio, dejas de estar obligado a convivir con quien ha sido tu pareja, y el régimen económico matrimonial queda suspendido.

Una diferencia importante que has de tener en cuenta es que no puedes casarte de nuevo estando tan solo separado, para hacerlo necesitas el divorcio.

Beneficios y desventajas de nulidad, separación y divorcio

Veamos, de cada una, sus cosas buenas y malas, la mejor manera para que veas cuál es la opción más adecuada en tu situación.

 

01.-Nulidad matrimonial, pros y contras

Empecemos por esos puntos que te benefician si se anula tu matrimonio

Beneficios de la nulidad matrimonial

Tu matrimonio pierde su validez reconocida, por lo que vuelves a tu estado civil como soltero o soltera, sin que deje tras de ti unos antecedentes matrimoniales.

Aunque el matrimonio “desaparezca” la protección a vuestros hijos se mantiene, sus derechos como frutos de la relación se mantienen.

Si te ves perjudicado por esta nueva situación puedes solicitar compensación económica por los daños sufridos.

Desventajas de la nulidad matrimonial

Hablamos de un proceso complicado, necesitas demostrar impedimentos legales al momento de casarnos, lo cual llega a convertirse en un camino tortuoso por los tribunales.

No solo por el tiempo que necesitas para conseguir esa nulidad que deseas, sino que, dependiendo de la complejidad de tu caso, puede ser también bastante costoso.

Todo esto implica un daño colateral y es el impacto emocional para ambos, ya que a menudo es difícil enfrentarte al hecho de que el matrimonio nunca fue válido, especialmente si hay hijos de por medio.

02.-Divorcio, pros y contras

Recordemos que la diferencia con el anterior es que aquí el matrimonio se disuelve, pero no se anula: sí existió.

 

Beneficios del divorcio

El principal es que la solución definitiva para cerrar, legal y emocionalmente, una etapa, tras él cuentas con la libertad para rehacer tu vida y contraer matrimonio nuevamente si lo deseas.

Existe una flexibilidad en el acuerdo, que si todo transcurre con normalidad debería ser beneficioso para ambos.

Aspectos importantes como la custodia de los hijos, la división de bienes y pensiones, se negocian tranquilamente y se adaptan a las necesidades de cada uno, siempre, insistimos que haya una comunicación fluida y amistosa

Desventajas del divorcio

El impacto económico es considerable.

La división de bienes y el posible pago de pensiones son una carga financiera en muchos casos, sobre todo para quien se queda en desventaja económica.

Como en el caso anterior, hay una serie de conflictos legales y emocionales, no son pocos los divorcios complicados que resolvemos en nuestro bufete, que generan tensiones prolongadas y un enorme desgaste emocional.

Por último, y lo hemos comentado al inicio, aunque no es necesario justificar motivos, existen un requisito mínimo que es llevar un mínimo de tres meses del matrimonio, (salvo en casos excepcionales).

03.-Separación, pros y contras

Veamos el último caso, lo bueno y lo malo de decidir vivir separados sin terminar con el matrimonio de manera legal.

Beneficios de la separación

Sin duda es algo menos definitivo, una alternativa para parejas que necesitan tiempo de reflexión, sin romper por completo el vínculo de la relación.

Una separación mantiene derechos matrimoniales, como los derechos sucesorios, en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges.

Por último recordemos que permite regular la custodia, el uso de la vivienda y las pensiones sin la necesidad de disolver el matrimonio.

Desventajas de la separación

La principal, mientras no llegues al divorcio no puedes casarse de nuevo, no se ha disuelto y, legalmente, sigues unido a tu expareja.

Una situación intermedia que genera ambigüedad, hay parejas que no terminan de tener claro este estado algo confuso de no estar juntos, pero estar casados.

En cuanto al régimen económico, queda suspendido, pero no liquidado, esto es  aunque no se generan nuevas obligaciones económicas, el patrimonio común sigue existiendo hasta que decidáis liquidarlo.

 

Como ves, hay diferentes caminos en caso de la ruptura de una pareja, lo principal es tener en cuenta tu situación, tomar el adecuado.

En nuestro caso, te aconsejamos si es más adecuada la nulidad, la separación o el divorcio, siempre bajo el punto de vista legal, solo contacta con nosotros y cuéntanos tu situación para estudiar cuál el que más te beneficia (o menos te perjudica)

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

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Casas nido, cuándo son convenientes y cuándo no lo son

La custodia compartida es un modelo de organización familiar en el que los padres comparten tiempo, y responsabilidades, con sus hijos después de una separación o divorcio.

En este modelo, ambos participáis de manera equitativa en su educación y en todo lo que les concierne, y así aseguráis que el vínculo con cada uno se mantiene fuerte y estable. 

Ahora bien, en los últimos años ha surgido una modalidad que plantea una forma diferente de custodia compartida: la casa nido.

¿Cómo funciona una casa nido?

Es una opción que busca reducir el impacto emocional que el cambio de domicilio tiene sobre los hijos.

En lugar de que los niños se trasladen entre las casas de ambos padres, sois vosotros quienes alternáis tiempo de convivencia en el hogar familiar, es decir, los pequeños permanecen en la misma casa (el “nido”) mientras que os turnáis para vivir con ellos en ese espacio.

Se trata de un sistema que tiene como objetivo principal conseguir estabilidad para los hijos, que pueden seguir viviendo en el mismo hogar al que están acostumbrados, en lugar de tener que adaptarse a dos domicilios donde les es más complicado mantener una rutina

Todo se consigue con la obligación de los padres de organizar vuestro tiempo para quedaros en la casa familiar cuando os corresponde, y alojaros en otro lugar (que puede ser otra vivienda, una habitación alquilada o incluso la casa de familiares o amigos) cuando no tenéis el turno de convivencia.

 

¿Cuándo es recomendable utilizar una casa nido?

Este modelo de custodia compartida, aparentemente es muy beneficioso para los hijos que, apenas ven como se trastoca su vida tras la ruptura, tan solo lo hace en el ambiente familiar, fuera de él, su situación no cambia.

Mismo colegio, mismos amigos, mismo entorno en general, lo que les ayuda afrontar la difícil situación, pero conseguirlo requiere un esfuerzo extra por parte de la pareja, que, sin él, se complica este estilo de vida.

Hay tres puntos clave que exponemos en nuestro bufete a los clientes que quieren tomar esta decisión tras una separación o divorcio:

Relación cordial

Los padres debéis tener una buena relación entre vosotros.

Hablamos de dejar a un lado las rencillas que causa cualquier proceso de este tipo y que prevalezca la cordialidad y el respeto, sin conflictos que afecten en el bienestar de los hijos.

Organización adecuada

Es necesario, antes de dar el paso, asegurar que existe una organización clara y compartida de las responsabilidades, de modo que ambos tengáis presente el compromiso de mantener un ambiente estable para los niños.

Debéis conseguir que, para ellos, los cambios sean mínimos.

Economía suficiente

Un tema que al principio no se tiene en cuenta y en el que incidimos bastante a nuestros clientes: ¿tenéis una economía que lo puede soportar?

Piensa que debes poder mantener, al menos hasta que tus hijos sean menores de edad, dos residencias (el nido y el lugar alternativo donde vives cuando no te toca la custodia), y eso a menudo se complica si no tienes antes de la ruptura un domicilio al que puedes acudir.

Ventajas e inconvenientes de la casa nido

Este modelo de custodia coloca a los menores en un lugar prioritario tras la ruptura de la familia, y en ese aspecto hay unas ventajas y unos inconvenientes a valorar junto a tu ex pareja en el momento de decidir:

Ventajas de la casa nido

Como decimos, busca el interés del menor sobre todo lo demás, y sois los padres quienes debéis hacer el esfuerzo para que consiga que su vida no cambie demasiado.

Una de las principales ventajas es que, al no tener que trasladarse constantemente entre dos hogares, los hijos pueden concentrarse en sus actividades, estudios y amigos, sin que se van interrumpidas el momento en que cambian de padre custodio.

Otra ventaja importante es que es una manera de evitar el estrés del continuo paso de un hogar a otro, y reducir la ansiedad (especialmente en edades tempranas) que supone la separación de los padres.

Una tercera ventaja, en este caso más para la vosotros, es que puede ayudar a superar la ruptura en un espacio propio y diferente al que compartiste con quien fue tu pareja durante años, eso es algo que ayuda a rehacer tu vida sin perder la relación con tus hijos.

Visto así puede que se vea una situación ideal para todos, pero, como también exponemos a nuestros clientes, hay que ver “el lado malo” de las casas nido.

Inconvenientes de la casa nido

Lo hemos comentado en un punto anterior: mantener dos residencias (el nido y la alternativa) puede ser económicamente inviable para muchas parejas, debes evaluarlo cuidadosamente antes de considerar esta opción.

Otro tema a tener en cuenta es que esta organización de turnos, además del cumplimiento de las responsabilidades de mantenimiento del hogar, puede volverse complicada cuando no existe una comunicación fluida.

Por último, este ir y venir del nido a tu nuevo hogar es algo a lo que te debes adaptar, y es una dinámica que, a veces, se hace cuesta arriba, puede resultar emocionalmente difícil y generar tensiones que, a la larga, afecten indirectamente a los hijos.

Decisión del Tribunal Supremo sobre las casas nido

Recientemente, el Tribunal Supremo se ha pronunciado sobre el uso de las casas nido en la custodia compartida en una sentencia que merece la pena tener en cuenta.

El órgano superior rechaza esta opción en casos de divorcio conflictivo. 

Según el Tribunal, cuando los padres no mantienen una relación cordial y estable, la casa nido puede aumentar la tensión entre ellos y perjudicar el bienestar de los hijos.

A su vez, destaca que en situaciones donde hay disputas o conflictos constantes, la casa nido puede resultar más perjudicial que beneficiosa para los menores.

Las discusiones o desacuerdos entre los padres sobre la organización de la casa nido, en caso de que existan, afectan negativamente a los hijos, al exponerlos a un ambiente de inestabilidad y estrés. 

Por esta razón, aconseja que se utilice solo cuando se mantenga una relación sólida y de mutua cooperación entre los padres, esto es, que exista esa comunicación fluida que derive en un mejor desarrollo de los pequeños.

La casa nido es una opción que puede funcionar muy bien o terminar en desastre en situaciones específicas, cuando ambos padres no se comprometen a mantener ante todo el ambiente de respeto y colaboración.

En esos casos de divorcio conflictivo, esta decisión es muy fácil que agrave las tensiones familiares y, como consecuencia, afecte de manera negativa en los pequeños.

Antes de tomar esta decisión, nuestro consejo es que te sientes con tu pareja y ambos decidáis lo mejor para el bienestar de vuestros hijos, olvidando la opción de una casa nido si vuestra relación dificulta cualquier tipo de entendimiento.

La prioridad, como deja claro el Tribunal Supremo, es siempre crear un ambiente seguro y estable para tus hijos, donde puedan crecer y desarrollarse en un entorno adecuado y alejado de conflictos familiares.

Autor

Manuel Hernández García

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¿Se puede entregar un menor a un tercero en custodia compartida?

En situaciones de custodia compartida, una de las preguntas que surge es si, en el momento de la entrega del menor, es obligatorio que esté presente el progenitor que lo va a recoger, o si puede delegarse esta responsabilidad en un familiar, o tercero de confianza. 

Es decir, ¿es posible, por ejemplo, que el padre entregue al hijo para que pase unos días con la madre y, a la hora de la recogida, no sea ella quien lo reciba, sino un familiar? 

¿Es esto legal en España?, ¿puede uno de los progenitores negarse a entregar al menor en estas circunstancias?

Recientemente, hemos visto esta situación en los medios entre una pareja que lleva en conflicto por la custodia de su hijo durante más de 10 años: Paulina Rubio y Colate Vallejo Nájera.

Entrega y recogida del menor en custodia ¿quién debe hacerlas?

Como decimos, en este caso, las discusiones continuas de esta pareja se trasladaron a plena calle cuando el empresario ve que a la recogida del pequeño no acude la cantante, sino unos familiares (su hermano y su cuñada)

Tras unas conversaciones un tanto airadas entre las partes, Vallejo Nájera decide no entregar al niño, y regresa con él a su domicilio.

¿Puede entregarse un menor a terceros?

En España, el régimen de custodia compartida implica que ambos progenitores tienen la misma responsabilidad sobre el cuidado y bienestar del menor.

Esto significa que, en como norma general, ambos deben participar activamente en todo lo concerniente a la educación del menor, el gasto de sus necesidades a partes iguales, y también, respetar el tiempo que cada uno tiene asignado con el niño.

Responsabilidad de los progenitores en custodia y menores

Las obligaciones de los progenitores incluyen garantizar la seguridad, bienestar y estabilidad de los hijos que tengan en común, además, de asegurar que sus transiciones entre un hogar y otro sean fluidas y sin conflictos. 

En este sentido, cada uno debe colaborar para que, entrega y recogida, sean lo más adecuadas y cómodas posibles para el niño.

Este proceso en el que el menor pasa de una parte a otra ha de hacerse siempre pensando en el interés de los hijos, siendo lo más habitual que el padre o madre lo recoja en el domicilio del progenitor que tiene la custodia, y este lo pase a recoger en la fecha que corresponda.

Aunque sea el caso al que estamos más acostumbrados, puede haber acuerdos que lo modifiquen y, siempre, consensuados y aceptados por las partes, que deben cumplirse de la misma manera.

Otra cosa muy distinta y es el caso de Colate y Paulina es si no se personan los progenitores, sino que delegan en terceros.

¿Qué dice la ley sobre la entrega de menores a terceros?

Nuestra legislación no establece, de manera específica, si en la custodia compartida la entrega de menores debe realizarse siempre entre los progenitores, pero sí hay referencias legales que debemos tener en cuenta para aclarar este punto.

La ley ante entregas y recepción en menores

Una de ellas es el art. 54 del Código Civil, establece que la patria potestad sobre los hijos se ejerce conjuntamente por ambos padres, por lo que están obligados a actuar siempre en beneficio del menor. 

Aunque no menciona la entrega y recogida, ya vemos que no se puede olvidar que es responsabilidad de las dos partes, y que deben actuar por el bien de los pequeños.

Una segunda referencia la tenemos en el art.158 del Código Civil, donde se otorga a los jueces la facultad de tomar las medidas necesarias para proteger a los menores en situaciones de conflicto o riesgo.

Aquí sí podemos acudir en caso de la entrega a terceros, si uno de los dos progenitores considera que pone en peligro al menor, o supone un problema, es el juez quien interviene para solucionarlo.

Es importante destacar que, en muchos casos, el convenio regulador o la sentencia que establece la custodia compartida ya contiene cláusulas sobre las condiciones de entrega y recogida del menor.

Algunos acuerdos especifican que solo los progenitores pueden llevar a cabo estos traslados, en este caso no hay lugar a dudas de quienes deben ser las personas presentes en las entregas y recogidas, y, de no ser así, estarían incumpliendo lo ordenado por el juez.

¿Cuándo puede un tercero recoger al menor?

En caso de que en el convenio regulador no exista una prohibición expresa, o algo que lo impida, se permite siempre que se cumplan con unas condiciones.

Consentimiento mutuo

Es fundamental que ambos progenitores estéis de acuerdo.

En caso de que uno de los dos no lo veáis claro, ya sea por la persona elegida o por el modo de hacerlo, es mejor buscar otra alternativa.

Proximidad y confianza

La persona encargada de recoger al menor debe ser siempre alguien cercano y de confianza, como un familiar directo, por ejemplo, su abuelo, tío, o una persona designada previamente como puede ser un cuidador, pero, en todo caso, aceptada por ambas partes

Evitar conflictos

La entrega a terceros es una opción para evitar conflictos entre los padres, sobre todo si su relación es complicada.

Esta decisión debes tomarla siempre poniendo por delante el bienestar y la seguridad de tu hijo para evitar que se sienta en el medio de la “batalla” que vivas con tu ex, y en la que él no debe participar.

¿Puedo negarme a entregar a mi hijo a un tercero?

Puedes hacerlo, tanto tú como tu expareja, siempre que consideres que compromete su bienestar o seguridad, es por esto por lo que es necesario un consenso previo que establezca qué personas pueden hacerse cargo de esa tarea.

Es importante recordar que el bienestar del menor siempre está por encima de todo, si uno de vosotros cree que la situación no es favorable, su derecho a proteger al niño prevalece, pero también hay que recordar que estarías ante un incumplimiento de las condiciones de custodia, y puede tener consecuencias legales.

#04. Consecuencias legales de no entregar al menor

Las tiene, como decimos, sobre todo si no existe un motivo claro o justificable. 

En separaciones tormentosas no es extraño que una de las partes intente obstaculizar la relación del menor con el otro progenitor, y es cuando suceden los retrasos en las entregas o recogidas, o situaciones que se fuerzan con el objeto de perjudicar.

Si ocurren de manera reiterada, acude al juez para denunciar un incumpliendo las condiciones de custodia

 

El incumplimiento del régimen de custodia acordado puede interpretarse como una falta de colaboración y respeto hacia el otro progenitor que, en casos graves, cuando se realizan una y otra vez, implica solicitar la revisión del régimen de custodia.

4 recomendaciones ante la entrega del menor a terceros

Para evitar malentendidos y conflictos, como en todos los casos en los que hay por medio menores, recomendamos llegar a entendimientos entre vosotros, además, que esas decisiones se incluyan en los acuerdos que hayáis firmado.

No son pocas las veces en las que una pareja se separa con normalidad, y el paso del tiempo hace que surjan conflictos que enquistan esa buena relación inicial, tener firmada cualquier decisión evita que la situación empeore.

01.-Incluir una cláusula en el convenio regulador

Si la entrega a terceros es una opción frecuente, considera incluir una cláusula en el convenio que establezca los términos para esta situación.

02.-Acordar las personas autorizadas

Si ambos estáis de acuerdo, acordad previamente una lista de personas que pueden hacerse cargo de él en vuestro nombre.

03.-Comunicación clara y directa

Fundamental.

Es esencial que habléis de las circunstancias en las que puede ocurrir, por trabajo, viajes o cualquier otro imprevisto que surja que os impida cumplir con las condiciones de entrega o recogida, en las que sea necesario acudir a otra persona que lo haga en vuestro nombre, sin que suponga ningún problema.

04.-Evitar conflictos delante del menor

Los padres, en todo momento, debéis llevaros bien de cara a vuestros hijos, y dejar a un lado las rencillas que puedan existir, porque no hay duda de que los continuos desacuerdos y conflictos afectan negativamente al niño. 

Siempre que sea posible, es importante tratar estos temas de manera privada y sin que esté presente.

Un consejo, cuando la situación es complicada, es acudir a un abogado especialista en Derecho de Familia, o también a un mediador que os ayude a solucionarlo y tomar decisiones que favorezcan y no perjudiquen.

 

La entrega y recogida de menores por terceros debe estar aceptada por ambos, y conocerse con anterioridad la persona que la va a realizar para evitar incumplimientos que te pueden llevar ante el juez y, sobre todo, perjudicar a tus hijos.

Si tienes dudas, consulta con nuestro bufete antes de tomar una decisión tan importante para asegurarte de qué derechos tiene hacerlo u oponerte a que tu expareja lo haga.

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539

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Cómo actuar ante un embargo de sueldo (trabajador y empresa)

Hay situaciones en las que la empresa y trabajador se ven envueltos en un procedimiento nada agradable para nadie, la obligatoriedad de la primera de retener parte del salario del segundo.

Hablamos de un embargo del sueldo, un procedimiento legal que retiene una cantidad del salario que percibe un trabajador para saldar una deuda pendiente. 

Conozcamos cómo funciona, qué implica y cuáles son tus derechos y obligaciones en esta situación.

¿Qué es un embargo de sueldo?

Una medida legal por la cual una parte del salario de un trabajador se retiene y se destina al pago de una deuda y que ha sido ordenada por un juez. 

Es decir, si tienes deudas pendientes y no las cancelas, el acreedor está en su derecho de solicitar al juez que intervenga y ordene que una parte de lo que cobras sea retenida, cada mes, para hacerlo.

Es importante destacar que este tipo de embargo no afecta la totalidad de tu salario, existe un mínimo inembargable, lo que significa que siempre hay una cantidad suficiente, que no se toca, para cubrir tus necesidades básicas

Otro asunto a atener en cuenta es que ambos, empresa y trabajador, sufrís implicaciones que debes conocer, ya estés en un lado o en otro.

¿Qué implica el embargo de sueldo para el trabajador?

El embargo de tu sueldo, sin duda, es preocupante, piensa que afecta directamente a tus ingresos mensuales, que se ven reducidos de manera considerable, como veremos un poco más adelante. 

Mínimo inembargable

La ley protege una parte lo que cobras. 

Si equivale o es menor al salario mínimo interprofesional (SMI), esa cantidad no se puede embargar.

Para que te hagas una idea, en 2024, el SMI en España es de 1.134 € mensuales (14 pagas), si ganas más, el excedente es lo embargable, teniendo en cuenta unos porcentajes establecidos por la ley.

Porcentajes de embargo

Bien, siguiendo con el ejemplo anterior, lo que exceda de 1.134 €, como decimos, es susceptible de embargo, pero no todo, lo que implica que cuanto más elevado es el salario, mayor es el porcentaje que puede ser embargado.

Estos porcentajes varían en función de la cantidad que se excede del SMI, y son escalonados, es decir, se te quita más a medida que tu sueldo es más alto:

El 30%, entre el SMI y el doble del SMI.

El 50%, entre el doble y el triple del SMI.

Así sucesivamente hasta llegar a un 90% en caso de que exceda del quíntuple del SMI 

En caso de que acumules varias deudas, se te embargan de manera simultánea, pero siempre respetando esos porcentajes y tramos.

Es el juzgado el encargado de notificar tu situación de embargo y debes colaborar porque es tu obligación legal, a la vez que tu empresa tiene otras que también ha de acatar.

¿Cómo afecta el embargo de sueldos a la empresa?

Una vez que la empresa es notificada de que debe retener parte del salario de uno de sus trabajadores, está legalmente obligada a cumplirlo.

Retención de la parte embargada

Calcular la cantidad a embargar siguiendo las instrucciones del juzgado, teniendo en cuenta el mínimo inembargable y los porcentajes que te hemos mencionado.

Tras ese primer paso, debe retener esa cantidad cada mes, hasta que se cancele la deuda.

Transferencia del dinero embargado

La empresa no se queda con el dinero retenido, lo transfiere al juzgado o a la entidad designada para gestionar el embargo, y es fundamental que lo haga dentro de los plazos establecidos.

Cumplimiento obligatorio

El incumplimiento de esta obligación trae consecuencias legales, si no cumple con la orden de embargo, se enfrenta a sanciones, y a ser considerada responsable del pago de la deuda del trabajador

Confidencialidad

Aunque no es un procedimiento confidencial entre las partes involucradas, no quita que la empresa sea discreta, no hay necesidad de informar a otros empleados sobre la situación del trabajador afectado.

¿Cuál es el proceso de embargo de sueldo?

Hay unos pasos que afectan tanto a trabajador como a empresa, pasos que se dan una vez que se inicia un procedimiento de embargo.

01.-Reclamación de la deuda 

Todo comienza cuando el acreedor reclama un pago ante el juez, y puede ser por diversas razones: impago de préstamos, deudas con Hacienda, multas de tráfico, etc.

02.-Orden judicial

Si el juez considera que el deudor debe pagar la cantidad reclamada y no lo ha hecho de manera voluntaria, emite una orden judicial específica con el total que ha de embargarse, y, en el caso de sueldos, cómo debe realizarse el embargo de acuerdo con los tramos establecidos por ley.

03.-Notificación a la empresa 

El juzgado, o entidad responsable, notifica a la empresa y, desde ese momento, está obligada a retener parte del salario y transferirlo.

04.-Cálculo del embargo 

La empresa calcula la cantidad que puede embargar teniendo presente el mínimo y los tramos porcentuales aplicables según el salario 

05.-Retención mensual

La empresa realiza la retención mensual del salario del trabajador hasta que la deuda esté saldada, o que reciba una nueva orden que indique lo contrario.

06 Fin del embargo

Una vez que la deuda ha sido completamente pagada, el juzgado emite una notificación que pone fin al embargo, y desde entonces la empresa ya no realiza más retenciones.

Hay una situación excepcional que nos encontramos entre nuestros clientes y es un embargo de sueldo cuando existe por medio una pensión alimenticia.

Aquí las dudas son normales y es importante conocer cómo puede afectar en caso de que se dicte un embargo de sueldo.

¿Cómo afecta un embargo al pago de la pensión alimenticia?

Empecemos aclarando que la ley otorga una especial protección a las obligaciones relacionadas con el bienestar de hijos y dependientes, y que tienen total prioridad ante cualquier otra deuda contraída.

Pensión alimenticia: prioridad frente a otras deudas

Si estás en esta situación, el pago de la pensión alimenticia se mantiene por encima del embargo.

En caso de que estés al otro lado, si eres quien la tiene que recibir, el embargo del sueldo de la otra parte no debe preocuparte, la pensión alimenticia se paga en su totalidad antes de aplicar cualquier embargo sobre el sueldo restante. 

La ley entiende que la pensión alimenticia cubre necesidades básicas de los hijos, por lo que se protege ese derecho antes de destinar fondos a otros pagos.

Cómo calcular el embargo cuando hay pensión alimenticia

El cálculo del embargo de sueldo es un poco más complejo, ya que los juzgados tienen que asegurarse de que ambas obligaciones se cumplan, pero siempre dándole prioridad a la pensión. 

Determinación de la pensión alimenticia:

En primer lugar, se asegura que el trabajador cumpla con su obligación de pagar la pensión alimenticia en su totalidad, como decimos, esa cantidad no está sujeto a embargo y debe abonarse sin alteraciones, independientemente de las demás deudas.

Cálculo del mínimo inembargable

Después de pagar la pensión alimenticia, se aplica el cálculo del mínimo inembargable al salario que le queda al trabajador, es decir, una vez deducida la pensión alimenticia, el trabajador tiene derecho a conservar una cantidad equivalente al salario mínimo interprofesional como mínimo inembargable.

Si, después de cumplir las dos condiciones, aún queda dinero, entonces se aplica el embargo sobre ese excedente.

Ejemplo de cálculo de embargo de un sueldo con pensión alimenticia

Imaginemos que debes pagar una pensión alimenticia de 300 € mensuales y ganas 1.500 € al mes. 

Además, tienes una deuda pendiente por la cual se ha ordenado un embargo de tu sueldo.

Primero, se restan los 300 € de pensión alimenticia, te quedan 1.200.

Como el mínimo inembargable es el SMI (1.134 € en 2024), de esos 1.200 €, 1.134 € están protegidos y no te los pueden retener.

El excedente es, en este caso, de 66 € (1.200 €-1.134 €), sobre esta cantidad, se aplican los porcentajes de embargo que establece la ley.

Entender cómo se aplican estas normas y saber cómo manejar la situación, ya seas trabajador o empresa, es fundamental para cumplir con las obligaciones legales y evitar complicaciones que nadie desea, ya que estamos ante una situación delicada para ambos, y saber gestionarla es esencial

Conocer el proceso, derechos y obligaciones, te permite manejar la situación y para eso cuentas con nuestro bufete.

Respondemos la duda que te surjan, contacta con nosotros, te ayudamos en el proceso.

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

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Reconciliación y mediación familiar: alternativas a los tribunales

El conflicto en una disputa familiar puede llegar a un punto en el que no se ve salida, y las partes piensan que la mejor opción es acudir a los tribunales, y que sea un juez quien decida.

Sin embargo, existen unos inconvenientes que debes tener en cuenta antes de tomar esa vía: procesos largos y tediosos, costos elevados, y un impacto emocional importante, sobre todo si hay hijos menores que tengan que verse en la obligación de declarar.

Es fundamental valorar alternativas como son la reconciliación y la mediación familiar.

¿Cómo funciona la reconciliación familiar?

Una reconciliación es un proceso de diálogo que busca, antes de darla por terminada, restablecer la relación a punto de romper.

No siempre implica llegar a un acuerdo formal, no es que vaya a ser la solución a los problemas enquistados, sino que, más bien, facilita la comunicación entre las partes, intentando que se ponga uno en lugar del otro para entender su comportamiento.

Este proceso, que puede llevarse a cabo con la ayuda de un consejero familiar, un terapeuta, o incluso un abogado especializado en derecho de familia, tiene como objetivo frenar que el conflicto avance hasta que no tenga solución.

Procedimiento de la reconciliación familiar

Una reconciliación es una opción muy útil en esas parejas que todavía piensan que hay solución, y que están más abiertas a encontrarla

En caso de que alguna de las partes o las dos, no tenga intención y además intente bloquear cualquier decisión, al final se deberá recurrir a la figura del juez para solucionarlo.

Una mediación se puede iniciar en dos supuestos: antes o después de la sentencia de divorcio

Cuando el juez todavía no ha tomado una decisión, una reconciliación paraliza el acuerdo de separación o divorcio, siempre que ambos cónyuges comuniquen de manera voluntaria su intención de seguir juntos.

En caso de que ya haya sentencia, la cosa cambia, y es necesario realizar ciertos trámites

¿Cómo inicio una reconciliación si ya hay sentencia de divorcio? 

Antes de nada, presentad un escrito oficial en el juzgado que tramita vuestra separación, tras eso, el juez os citará para ratificar eso que habéis presentado.

Ahora es él quien invalida la anterior sentencia de separación, siempre que no encuentre alguna razón para no hacerlo, por ver irregularidades en la solicitud.

Una situación diferente es si el divorcio ya se ha llevado a cabo, entonces, en caso de que queréis retomar la relación y volver al punto de partida, solo queda un segundo matrimonio.

¿En qué consiste una mediación familiar?

Si bien la reconciliación es un intento de reconstruir la relación, la mediación familiar busca resolver el conflicto de manera colaborativa, sin necesidad de que las partes se reconcilien completamente.

Aquí, un mediador, imparcial y capacitado, ayuda a llegar a un acuerdo aceptable para ambos sin que un juez o tribunal intervenga en la decisión.

Aplicaciones de la mediación en el Derecho de familia

La mediación familiar se utiliza en situaciones familiares en las que no se puede llegar a un acuerdo, ya sea por la dificultad de hacerlo, o porque el enfrentamiento es tal que las partes no ayudan a conseguirlo, sino que lo que quieren es perjudicar al otro.

Divorcios y separación de bienes 

En lugar de que un juez determine la división de bienes y propiedades, la mediación permite que las parejas negocien un acuerdo justo y con el que ambos se vean beneficiados.

Custodia y visitas de los hijos 

En este caso es especialmente importante que las partes dejen a un lado sus reproches, porque no solo ellos se ven afectados por las disputas.

Un entendimiento mutuo es siempre más conveniente para los padres, y menos traumático, para los niños que una decisión impuesta por un tribunal.

Pensiones alimenticias 

Ayuda a las partes a alcanzar acuerdos sobre la cantidad y la duración de las pensiones alimenticias, tanto las que corresponden al cónyuge como a los hijos.

Como siempre decimos, acercar posturas es la mejor solución para las partes y para quienes, de manera indirecta, están involucrados, se trata de intentar ceder hasta llegara una decisión conjunta y equitativa.

Características de la mediación familiar

Una mediación, para que sea efectiva, debe seguir algunas pautas:

Voluntariedad 

Ambos debéis acudir de manera voluntaria, o no servirá de nada, tenéis que estar convencidos de que es una solución que merece la pena intentar antes de llegar a los tribunales, y estar abiertos a ella.

Neutralidad del mediador

El mediador no toma partido ni impone una decisión, solo facilita la conversación, y ayuda a identificar los problemas, para encontrar una solución.

Tan solo eso es muy valioso, en una mediación de carácter familiar las emociones bloquean el avance y dificultan cualquier negociación.

Confidencialidad

A diferencia del proceso judicial, la mediación es completamente confidencial.

Los temas que se discuten no pueden ser utilizados como evidencia en un juicio, lo que anima a ser honestos y a abrirse a la comunicación.

Flexibilidad y control 

Tenéis más control sobre el resultado, decidís qué términos son aceptables y cuáles no, en lugar de dejar la decisión final en manos de un juez, que entonces solo os queda acatarla.

Se consigue que los acuerdos sean más ajustados a las necesidades de cada uno, diferente a las resoluciones de los tribunales que son más estandarizadas.

Costos reducidos 

Uno de los grandes beneficios: el ahorro económico. 

Los procedimientos judiciales no cabe duda que implican elevados costos en términos de abogados, peritajes y tasas judiciales, mientras que la mediación suele ser considerablemente más accesible.

Tiempo más corto

Un juicio puede extenderse durante meses o incluso años, la mediación se resuelve en un período de tiempo mucho más corto, muy importante cuando hay niños involucrados.

El proceso de mediación en 10 pasos

El proceso de mediación familiar sigue una estructura para lograr el objetivo: guiar a las partes en conflicto hacia un acuerdo satisfactorio para ambos.

1. Selección del mediador

Puedes optar por un mediador a través de referencias de abogados, instituciones de mediación o servicios de resolución de conflictos. 

Lo que es fundamental es que sea imparcial, tenga experiencia en el área de derecho familiar, y genere un ambiente de confianza y colaboración.

2. Primera reunión (sesión de orientación)

El mediador explica el proceso, sus principios, y el papel que desempeña como facilitador, también se cubren aspectos importantes como la confidencialidad del proceso y la voluntariedad de las partes para llegar a un acuerdo.

3. Identificación de los temas en disputa

El mediador ayuda a identificar los temas clave, que os han llevado a este punto, como disputas sobre la custodia de los hijos, distribución de bienes, acuerdos de manutención o cualquier otra cuestión enquistada.

4. Perspectivas de cada parte

Cada uno tenéis la oportunidad de expresar vuestro punto de vista sobre cada uno de esos temas.

Un momento crucial en el proceso de mediación, ya que permite escuchar las preocupaciones y necesidades del otro en un entorno controlado.

5. Soluciones y propuestas

La fase creativa del proceso, tenéis la oportunidad de sugerir diferentes alternativas para resolver esos problemas ya identificados.

6. Negociación y ajuste de propuestas

Comienza la negociación para llegar a un acuerdo sobre unas propuestas y cláusulas viables para ambos.

El mediador supervisa y facilita estas negociaciones, asegurando que el proceso se mantenga justo y equilibrado, si bien puede sugerir compromisos, es esencial que cualquier ajuste se realice con el consentimiento pleno de ambas partes.

7. Acuerdo preliminar

Un borrador que refleja los términos acordados por las partes, y detalla cómo se implementarán las soluciones propuestas.

8. Revisión del acuerdo por abogados

El mediador no tiene la autoridad para hacer cumplir legalmente el acuerdo, podéis optar porque abogados revisen el documento para garantizar que se rija en los estándares legales.

Este paso os ayuda a asegurar que ninguno firmáis algo que no entendéis completamente, o que puede ser inapropiado desde un punto de vista legal.

9. Firma del acuerdo final

Se procede a la firma del acuerdo que marca el final del proceso de mediación

Este documento, dependiendo de la naturaleza del conflicto, puede presentarse ante un tribunal para ser aprobado y adquirir fuerza legal.

10. Implementación del acuerdo

Las partes deben cumplir con los términos acordados, en caso de incumplimiento, el acuerdo puede ser ejecutado judicialmente.

 

Pensar que, cuando no hay manera de acercar posturas, es un juez quien tiene la solución es buena idea, pero plantear la opción de otras salidas también.

Un proceso jurídico alarga y encarece una decisión que podéis tomar entre ambos, solamente con ayuda de un tercero que medie o facilite las conversaciones que deriven en un acercamiento.

 

Autor

Manuel Hernández García

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¿Cuándo y cómo modificar las medidas tras un divorcio?

Un divorcio termina cualquier relación jurídica que exista entre dos personas, dejando atrás los vínculos que los unen, excepto los afectivos, creados tras años de unión.

En ese momento se realiza un reparto de los bienes de cada uno y, en su caso, una distribución equitativa del patrimonio común con la intención de mantener un equilibrio económico entre las partes.

Mucho más importante en el caso de que haya hijos nacidos en la relación, entonces, son ellos alrededor de quienes se toman todas las decisiones, son, en definitiva, la prioridad en las posteriores medidas de los acuerdos de divorcio y sus posibles modificaciones.

¿Qué son las modificaciones de las medidas de un divorcio?

Empecemos por recordar que las medidas de un acuerdo de divorcio son las decisiones que se toman una vez que se da el paso para romper la relación, fundamentales en el momento en que exista un régimen de gananciales que obliga al reparto de un patrimonio conjunto.

En caso de separación de bienes, cada uno recupera lo que ya era suyo antes de la unión, algo que simplifica mucho el proceso y evita conflictos de qué es de cada uno.

Además de eso, existen unas medidas que se acuerdan, entre ambos o el juez, en lo referente al desequilibrio económico que deja atrás la separación, y la prioridad del bienestar y la seguridad de los hijos, en caso de que los hubiera.

Esas decisiones se toman en un momento en el que las circunstancias de la pareja, ya de manera independiente, son determinadas, y se ajustan a ellas, pero otra cosa es que pasado el tiempo, todo cambie y una de las partes valore modificar lo establecido.

La cuestión que nos presentan nuestros clientes es cuándo pueden hacerlo.

 

¿Cuándo es posible modificar las medidas de divorcio?

Antes de nada, pueden realizarse por cualquiera de los ex cónyuges, o si ambos lo pactan, por mutuo acuerdo.

Queremos aclarar que no se trata solo de aspectos económicos, sino que también afectan a cuestiones relacionadas con la custodia y régimen de visitas de los hijos, y la atribución del uso de la vivienda familiar.

Insistimos en que un acuerdo de divorcio con hijos de por medio, debe dirigirse a ellos y a su interés superior, con mucha más razón en el caso de menores, que siempre van a ser uno de los factores determinantes a la hora de solicitar cualquier modificación.

Factores determinantes para la modificación de medidas de divorcio

 

Además del interés superior del menor que acabamos de comentar, y del desequilibrio económico de las partes, hay otros que determinan e influyen en la decisión judicial de modificar un acuerdo de divorcio:

La edad de los hijos, según crecen, sus necesidades y circunstancias cambian lo suficiente para requerir ajustes en las medidas.

La opinión de los hijos, a partir de cierta edad, pueden expresar qué piensan sobre los acuerdos que les afectan y el juez está dispuesto a escuchar antes de su decisión final.

La relación entre la pareja, la capacidad para comunicarse y colaborar de manera respetuosa es fundamental para lograr un acuerdo que beneficia a ambos.

Una vez que se tienen en cuenta esos factores, se estudian los requisitos para la solicitud.

Requisitos para solicitar una modificación de medidas

La solicitud puede hacerla cualquier de las partes y ponerse de acuerdo, pero si no es así, el juez valora las circunstancias actuales antes de dictaminar nuevas medidas que se adapten a esos cambios.

Cambios relevantes

Es necesario, ante todo, que haya un cambio sustancial y permanente que trastoque todo lo dispuesto anteriormente, con esto queremos decir que no se tienen en cuenta  variaciones mínimas (un cambio de trabajo con una pequeña disminución de salario), temporales (un traslado de unos pocos meses) ni voluntarias (abandono de trabajo por decisión propia, por ejemplo)

Cambios posteriores a la sentencia de divorcio

No solo eso, sino que ese cambio debe haberse producido con posterioridad a la sentencia de divorcio, o al último acuerdo de modificación de medidas, no se tienen en cuenta hechos anteriores, conocidos o valorados, y que se tuvieron en cuenta en el primer acuerdo.

Si entonces no fueron relevantes para las partes, no lo son ahora.

Cambio con hijos afectados / desequilibrio económico

No puedes solicitar una modificación de un acuerdo con el que, en su día, estuviste a favor y firmaste, por motivos exclusivamente personales o de tu conveniencia.

Es fundamental, insistimos que la nueva situación que vives implique a tus hijos y su bienestar o desequilibre tu economía, de manera que te haga imposible afrontar lo que aceptaste.

Un ejemplo es un cambio de ciudad por motivos de trabajo que afecta sin duda al régimen de visitas, si está obligado y no es tu decisión, es una razón de peso para que se adapten las condiciones.

Distinto es que tú mismo decidas, por tu sola conveniencia, cambiar de ciudad y obligar a tus hijos a desplazarse, o a limitar sus visitas a cuando a ti te conviene si el único motivo es personal.

En cualquier caso, todas esas situaciones has de demostrarlas con documentos que acrediten tu solicitud, no basta con tu declaración, debes justificarla

Circunstancias que permiten la modificación de medidas

Ante todo, recordamos que deben ser sustanciales y duraderas, no puedes pretender que por un motivo personal, o por un cambio puntual, se modifiquen unas condiciones que en su día estabas de acuerdo.

Motivos de salud

Enfermedades graves, discapacidades o problemas de salud mental, cuando tu estado no te permite cumplir con tus obligaciones, el juez lo va a tener en cuenta.

Educación de los hijos

Si un hijo tiene dificultades escolares o precisa de una atención educativa especial, necesita una aportación económica mayor, o incluso un desplazamiento a otra localidad donde pueda recibirla, en cualquier caso, debe valorarse y tenerse en cuenta.

Violencia de género

Se requieren medidas cautelares urgentes para proteger a la víctima y a los hijos, con visitas controladas y supervisadas y, en el peor de los casos, una total prohibición de cualquier contacto (físico o a través de cualquier canal de comunicación).

Condiciones económicas

Un cambio en las condiciones económicas afecta tanto a la pensión alimenticia como a la pensión compensatoria, siempre que se presenten pruebas documentales que acrediten la nueva situación, el juez valora su modificación

Un período prolongado de desempleo no provocado justifica también una modificación en el pago de las pensiones acordadas

Cambio de trabajo

Una nueva ubicación geográfica de tu lugar de trabajo, obliga a ajustar sobre todo lo referente al contacto con los hijos y a reubicar el régimen de visitas para adaptarlo a las circunstancias.

Herencias o donaciones

También nos encontramos con el caso contrario: la mejora de la situación económica de la parte más desfavorecida, en un principio, entonces, la otra puede solicitar la supresión de la pensión.

Un ejemplo claro es recibir una herencia o una donación que mejora tu economía y ya no necesitas de esa aportación de tu ex.

Cómo solicitar modificación de medidas de divorcio

Se trata de exponer una solicitud clara y detallada de la situación actual, ante el Juzgado de Familia  que dictó la sentencia de divorcio, (o el último acuerdo), junto a toda la documentación que respalde lo que pides, y cuáles son las medidas que pretendes modificar.

A partir de ahí, se presenta una demanda que será notificada a la otra parte con un plazo de 20 días para contestar, además de, si lo considera, contrarrestar tu petición con pruebas a su favor.

Tras esto, se realiza una vista oral donde ambos debéis exponer vuestra solicitud o los argumentos en contra, junto con las propuestas de cada uno para alcanzar un acuerdo, además de responder a las preguntas del juez que deberá dictar la resolución

El paso final es la decisión que toma el juez que, en caso de que consideres que no es favorable, puedes recurrir ante la Audiencia Provincial.

No hay razón, como ves, que impida modificar esas medidas que firmaste en el acuerdo de divorcio y ahora te es imposible cumplir, cuando sea por motivos justificados y demostrados con pruebas sólidas.

Como siempre, nuestro consejo es que te acompañes de asesoramiento legal para saber exactamente cómo proceder en cada momento y alcanzar a una resolución favorable, adaptada a tus circunstancias.

 

 

Autor

Manuel Hernández García

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¿Cuáles son mis derechos tras el divorcio?

Un divorcio, o una separación, no deja de ser una situación difícil que trae cierta confusión en la pareja, o, por lo menos, en una de las partes, cuando queda desfavorecida con el paso tan importante que dan.

A nuestro bufete llegan casos de rupturas en los que nuestro equipo de abogados en Derecho de Familia responde, antes de nada, a la misma pregunta: 

“Y ahora, ¿qué derechos tengo si me divorcio?”

Aclaremos, entonces, qué te corresponde y qué no te pueden negar, cuando habéis decidido poner fin a vuestro matrimonio.

¿Qué derechos tengo si me divorcio?

Como te decíamos, es una pregunta habitual y, aunque no siempre, la mayoría de las veces, nos la hace una mujer que renuncia a todo, a su vida laboral o a sus estudios, para ocuparse de la familia, a cuidar a los hijos, en definitiva, lo deja todo por el bien familiar.

Aunque la decisión de dedicarte por entero a la familia sea valorada y aceptada por ambos, no se toma pensando en que algo puede salir mal, los problemas llegan cuando sale, y la relación se rompe.

Entonces esa mujer que años atrás deja un trabajo o unos estudios sin terminar, se da cuenta de que retomarlo y volver a ese punto, para hacerse con un hueco en el mundo laboral, se presenta complicado.

 

Cuando se sienta frente a un abogado se da cuenta, y tiene el miedo de que ahora, si se separa, se queda sin nada, con el añadido de que le ha a ser muy difícil mantenerse sola, debido a todos los años que han pasado.

No es así, y la ley no permite que, aunque la ruptura sea complicada y los acuerdos no parezcan posibles, que esa parte más desfavorecida se quede sin nada, después de todo lo que ha hecho por el bien familiar.

Existe una pensión compensatoria que recibes por ese tiempo que antepusiste la relación a tu propio crecimiento laboral.

¿Qué pensión compensatoria me corresponde en el divorcio?

Recordemos que es una ayuda económica que la parte con más recursos debe aportar a la otra.

Decimos que ”debe” porque es así, estás obligado a recibirla en el momento en el que el desequilibrio de los ingresos sea tal que ahora tu situación sea vulnerable.

Un miedo de nuestros clientes es si la otra parte puede negarse, si ante una separación complicada, puede hacerlo, solo para perjudicarla y puede, en definitiva, dejarla en la calle.

En el mejor de los casos, se pacta la cantidad, pero sabemos que un divorcio no es el escenario más adecuado para razonar, cuando se ha producido por motivos dolorosos y, por lo menos al principio, las partes buscan hacerse daño.

Cuando un divorcio es “una balsa de aceite”, ambos acuerdan esa cantidad, pero como no siempre es así, de hecho, muchas veces no, es el juez quien se hace cargo de tomar esa decisión, y lo establece en el acuerdo de divorcio que ambos estáis obligados a aceptar

Así es como se establece qué cantidad se debe abonar, de qué manera y hasta cuánto tiempo, algo obligado, es uno de los derechos con los que cuentas tras el divorcio,  no cumplirlo por la otra parte, es un delito, tipificado en el Código Penal, en su art. 227, que acarrea penas de prisión.

¿Cómo se determina la pensión alimenticia?

Bien, es algo que, si no se llega a un acuerdo, lo hace el juez, y no de una manera general, sino tras estudiar el caso y la situación de las partes.

Si, a partir de ese divorcio, existe, un desequilibrio notable, como este caso de una mujer que lo deja todo, estudios, trabajo o cualquier otra oportunidad de independencia económica, por la familia, entonces impone una cantidad que le permita sufragar sus gastos hasta que su situación mejore.

Un caso particular, y que el juez tiene en cuenta, es la existencia, o no, de hijos en común, que nadie duda que deben tener sus necesidades cubiertas, con la que se denomina pensión de alimentos.

Aparece aquí una nueva duda recurrente

¿La pensión de alimentos anula la pensión compensatoria?

No, son dos cosas diferentes.

La pensión compensatoria, como te hemos comentado, es una cantidad que recibes tú para mantenerte tú, es decir, para tus gastos básicos, y la pensión de alimentos también la recibes tú, pero, en este caso, debes destinar a tus hijos.

Por tanto, una no quita la otra, siempre que el juez lo decida.

¿Se me puede negar la pensión compensatoria?

Por norma general, no, es un derecho que tienes si, como decimos, has resultado muy perjudicado tras el divorcio, y es una situación que valora el juez.

Luego hay dos casos excepcionales en los que no se concede esta pensión.

Cuando ambas partes resultan igual de desfavorecidas.

Cuando todo lo contrario, la situación de ambos tras el divorcio no es distinta a las que tenían antes, esto es, cuando la situación económica es, después, la misma que con anterioridad a la ruptura.

También hay que valorar la duración de la relación, es posible que si ha sido de unos meses no haya habido tiempo a crear ese desequilibrio del que hablamos, cuando ha pasado tan poco, que tu situación hoy, es igual a la de antes del matrimonio.

Entonces el juez no considera que se deba pagar nada a nadie.

¿Cuánto tiempo debo pagar la pensión compensatoria?

Lo más habitual es que sea algo temporal, el juez establece un plazo tras el cual deja de ser obligatorio pagarla, y es en el momento que consigues esa independencia económica que necesitas para subsistir, cuando tienes un trabajo remunerado que te lo permite.

Esto es que es obligatorio que intentes mejorar tu situación, y luchar con incorporarte al mundo laboral, si no haces nada por encontrar trabajo, la pensión se te puede denegar.

Luego está la excepción, el caso en el que la vulnerabilidad de esa persona, ya sea por edad o por preparación, sea elevada, el juez fija esta pensión a largo plazo, o puede, incluso, que durante toda la vida del pagador (o hasta un nuevo matrimonio).

Ya hemos aclarado el tema de la posibilidad de quedarte sin ingresos en caso de divorcio, ahora otro fundamental, ¿quién tiene el derecho sobre la vivienda?

Vivienda familiar, ¿quién tiene derecho a quedarse en ella?

Otro punto que, indudablemente, hay que dejar claro tras el divorcio, y que nos consultan a menudo.

Quién puede quedarse en esa casa que se ha compartido durante años, ahora que cada uno se va por su lado.

Aquí tiene mucha importancia quién se queda con la custodia de los hijos menores.

En estos casos siempre es el progenitor custodio quien continúa en la casa.

En realidad no es él, sino esos hijos menores quienes deben hacerlo, pero, por el hecho de tener su custodia, tú debes estar junto ellos, tengas o no la titularidad de la vivienda, hasta que vuestros hijos alcancen la mayoría de edad o cualquier otra edad que se acuerde, o que decida el juez.

En un supuesto de que no haya hijos, si tampoco hay acuerdo, lo principal es saber quién es el titular de esa vivienda:

Si eres tú, no hay problema porque la casa es tuya.

Si es la otra parte, debes abandonarla, aunque cuando la relación no es mala, se alcanzan acuerdos que permiten que vivas en ella hasta que encuentres un trabajo, y puedas tener la tuya propia, en otro caso debes irte.

Si es una vivienda a nombre de los dos, normalmente se vende y se reparte el dinero, quizás la mejor solución.

 

Un paso tan importante como es el divorcio, dejando a un lado las consecuencias emocionales, tiene repercusiones en la situación de las partes una vez que siguen con su vida, una fundamental es el dinero con el que cuentas a partir de ahora.

Cada caso depende de muchos factores y para ayudarte necesitamos conocer los tuyos, ponte en contacto con nuestro bufete, cuéntanos tu situación, es la manera de asegurarte tus derechos tras el divorcio.

 

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539

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El interés del menor por encima del régimen de visitas

El régimen de visitas que se acuerda en los procesos de separación o divorcio, cuando hay menores, es uno de los puntos más importantes que se deben firmar.

A menudo, llegar a él no es sencillo.

La mala relación de la pareja hace que se utilice a los pequeños para llevarse la contraria, hacerse daño entre ellos, y hacer prevalecer a alguno de los padres en la vida del menor, algo que no es motivo para suspender un régimen de visitas

Otra cosa es que estos conflictos no se limiten a meras discusiones por quién tiene la razón, sino a un procedimiento penal en curso o la existencia de denuncias graves.

En esos momentos el régimen de visitas se ve supeditado a la decisión que tome el juez, poniendo el interés del menor por encima del vínculo familiar.

Régimen de visitas en separaciones con violencia

Los vínculos de descendencia no implican necesariamente un régimen de visitas que puede hacer daño al propio menor, y a su desarrollo.

El caso normal es que los padres, como titulares de la patria potestad, sean quienes decidan acerca de cómo y cuándo debe compartir tiempo con cada uno, pero el interés del menor prevalece a todo, y puede limitarse o incluso cancelarse la comunicación, si es un perjuicio para su bienestar.

Régimen de visitas y sistema VioGen

Cuando se decide por un régimen de visitas u otro, siempre se intenta que los menores compartan tiempo con los padres, si no es por igual, en una proporción similar, teniendo en cuenta las circunstancias, y comportamiento, de cada progenitor.

Un tema especialmente importante que influye en el régimen de visitas es la existencia de los antecedentes VioGen, de la pareja.

Si son reiterados, si existe condena firme de hechos graves, o si uno de los cónyuges está en un proceso penal en curso, iniciado por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro, o sus hijos, todo eso es tenido en cuenta en la decisión judicial.

En esos casos, el régimen de visitas se deniega o si ya existe, se suspende para evitar cualquier comunicación con el menor, hasta que se obtengan hechos constatados de su cambio de actitud y comportamiento.

Toda decisión que se tome y que no consiga el bien del menor desestabiliza su desarrollo y debe ser suspendida.

Los progenitores tienen la obligación, y es responsabilidad de cada uno, de ponerse de acuerdo y mantener el régimen de visitas estipulado, para evitar que los pequeños crezcan sin una de las dos figuras como referencia

Con todo, ante situaciones de maltratos y agresiones, físicas, psicológicas o emocionales en las que uno de los progenitores somete al otro, o al propio menor, a un constante sufrimiento, por ley, se suspenden o cancelan las visitas.

¿Cuándo se suspende el régimen de visitas?

Si se demuestra que el menor se ve perjudicado por el comportamiento de ese progenitor, que, no solo incumple con lo impuesto por el juez, sino que, con su conducta, le hace mal.

Continuo incumplimiento del acuerdo

La patria potestad lleva aparejada una responsabilidad con los hijos y hay que cumplir con ella sobre cualquier otra.

Incluso cuando la estructura familiar no es la más adecuada, aspectos como la alimentación, la educación, la higiene, la atención médica, física y mental, o vestimenta son obligatorios y deben cumplir con ellos los padres.

El objetivo que se persigue es que cualquier necesidad del menor sea cubierta, y para eso se llega a un acuerdo, no hacerlo, pone en entredicho la implicación de ese padre, o madre, con el desarrollo y crecimiento de su hijo.

Una desatención continuada de esas necesidades, si afecta a su vida, es motivo suficiente para limitar, o suspender, las visitas

Adicciones y mala vida

Ese padre o esa madre con costumbres inapropiadas, como adicciones de cualquier tipo que lleven a desatender el cuidado de sus hijos, da motivos al juez para suspender las visitas.

Todo menor debe crecer en un entorno adecuado, alejado de drogas, alcohol, malas compañías o cualquier otra situación a la que se vea expuesto junto a sus progenitores

Abuso y conductas violentas

Motivo más que suficiente para limitar, o impedir, que el progenitor tenga contacto con sus hijos.

No solo hablamos de maltrato físico, sino cualquier otro abuso que suponga un dolor, tanto físico como emocional, a los pequeños, ya “solo” el abuso psicológico es más que suficiente para evitar que ese contacto continúe.

No solo hacia el menor, también la denuncia de violencia de género, que lleva a esa pareja a estar en el sistema VioGen implica que se anule el régimen de visitas.

¿Qué es el sistema VioGen?

Un sistema de seguimiento integral que, desde 2007, se emplea en casos de violencia de género.

Una vez que se realiza una denuncia de agresión o maltrato y se investigan los hechos se entra en él, y a esa persona se le asigna un nivel de riesgo determinado, que va desde bajo, o no apreciado, a extremo, que, no obstante, puede ser modificado, al alza, por los agentes para mejor protección de la víctima,

Ante cualquier denuncia, se identifica a las partes, se consulta si están en el sistema, o si la naturaleza de los hechos lleva a incluirlos en él.

Cada nivel del sistema VioGen cuenta con medidas policiales determinadas, de aplicación obligatoria e inmediata, incluso en caso de riesgo no apreciado, cuando se informa a la víctima de los recursos de los que dispone y los pasos que puede dar.

Nivel VioGen de riesgo bajo

No se aprecia peligro, pero la víctima ha de saber la ayuda con la que cuenta.

Dispone de un teléfono de contacto permanente y llamadas, o visitas personales de los agentes, de manera discreta y acordados, para asegurar que está bien.

Ese seguimiento facilita información por si el peligro aumenta, y se necesita elevar el nivel de protección.

Además, se comunica al agresor de que está incluido en el sistema y es sometido a control policial, si tiene armas, se le retiran, y si está en prisión, se mantiene contacto con la penitenciaria ante la posible puesta en libertad.

Nivel VioGen de riesgo medio

Aumentan las medidas, y se valora un posible ingreso en un centro de acogida.

Controles ocasionales en su domicilio, en el trabajo y en los centros escolares de los hijos, además de solicitar a la Fiscalía un dispositivo telemático de control al agresor.

Nivel VioGen de riesgo alto

La víctima cuenta con la opción de ir a un centro de acogida o cambiar de domicilio, más aún si el denunciado no está localizado

Aquí, los controles sobre la vivienda o el lugar de trabajo son más frecuentes, junto a otros, aleatorios, al agresor, contactando también con personas de su entorno en caso de no ser fácil de encontrar.

Nivel VioGen de riesgo extremo

Aquí ya pasamos a una protección permanente, incluso, si es necesario, las entradas y salidas de los hijos en el colegio, con control exhaustivo sobre el agresor.

Se incluyen además recomendaciones si hay menores, a quienes se enseña cómo hacer ante un hecho violento, para que actúen alejándose y yendo a un lugar seguro.

Por muy necesaria que sea la presencia de ambos progenitores en la vida de los menores, objetivo principal del régimen de visitas, nunca se pone en peligro su seguridad ni estabilidad cuando se denuncia, y prueba, el comportamiento delictivo de uno de ellos.

En esos casos, el juez tiene la potestad de suspender o cancelar definitivamente cualquier comunicación para evitar que, estar junto a su padre o madre, resulte peligroso.

Denunciar en un primer momento es el paso para terminar con una situación que, demasiado a menudo, no lo hace bien.

 

 

Autor

Manuel Hernández García

Director y Socio Bufete Vilches Abogados

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