Indemnización por daño moral por impedir ver a Heman
Las sentencias con mascotas involucradas son cada vez más comunes, y no dejamos de escuchar cómo esa equiparación de los animales de compañía a, prácticamente, personas es ya una realidad.
En este caso nos encontramos con una sentencia que no es tanto por el animal, un perro de raza Husky, sino por la repercusión que tiene privar a las personas de su presencia, por, en este caso, incumplir las condiciones de la custodia.
#01.-Incumplir condiciones de la custodia de un perro
Veamos el caso.
En 2020, una pareja acoge a un husky siberiano llamado Heman, y, tras romper su relación, acuerdan, de manera verbal y por escrito, la custodia compartida del animal, de tal forma que cada uno cuidaría de él durante dos semanas.
Sin embargo, hace dos años, el hombre rompe este acuerdo, evitando que su ex pareja tenga contacto alguno con el animal
Durante esos 10 meses, la mujer argumenta sufrir problemas de salud derivados del estrés, la tristeza, y la incertidumbre sobre el futuro de su relación con Heman, solo la posibilidad de no volver a verle estaba causando en ella unos importantes daños emocionales.
Derechos emocionales de los propietarios de los animales de compañía
El Juzgado de Primera Instancia de Madrid, en la sentencia, destaca que existe un daño moral indemnizable, sin importar demasiado que el animal estuviera a nombre de uno de ellos dos, por lo que podría alegarse que no es su titular para eliminar su derecho de visitas.
Para llegar a esa conclusión, la prueba presentada, y que es fundamental, una grabación que muestra el encuentro entre ambos, mujer y perro, tras meses de separación.
Unas imágenes que demuestran un vínculo tan grande que romperlo de manera obligada puede causar los daños que alega la demandante, y dan solidez a su solicitud de indemnización por daños morales.
#02.-¿En qué consisten los daños morales?
Un daño moral puede sufrirlo alguien que es víctima de un delito que afecta más a su reputación o su estabilidad emocional y psicológica, y no tanto a su patrimonio.
Una acusación infundada, o la divulgación de una información o unas imágenes personales por ejemplo, en esos casos las personas afectadas pueden verse tan perjudicadas emocionalmente como si hubieran ido en contra de su patrimonio.
Aquí, la dificultad se centra en cómo medir estos daños, y cómo saber si son ciertos o no, por no existir valoración similar en todas las personas.
Cómo probar el daño moral
Como decimos, no es sencillo, por lo que se debe estudiar y valorar cada caso en concreto, y sus repercusiones en las víctimas
Cuando hablamos de un daño moral asociado a un bien material, por ejemplo, si te destruyen algo muy querido, es necesario mostrar la relación que tenías con ese objeto, y por qué perderlo te puede hacer tanto daño.
Es este caso solamente ver las imágenes del encuentro entre ambos, da a la jueza el camino que debe tomar para decidir a favor de la demandante y obliga, al demandado, a pagar 600 € de indemnización por el tiempo que ha impedido que se vieran.
Los daños morales son muy difíciles de probar, en realidad no es algo que se vea que se ha producido, como en otro tipo de delitos, pero las repercusiones no tienen por qué ser menores.
Es fundamental, en cualquier caso, presentar todas las pruebas que ayuden a los tribunales a decidir, que visibilicen las consecuencias de perder ese algo, ya sea material o no, como en este caso, al perro Heman para poder llegar a una sentencia a favor.
Manuel Hernández García
Director y Socio Bufete Vilches Abogados
Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539
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