
Huelga de alquileres: la rebelión de los inquilinos
El precio de los alquileres, sobre todo en Madrid y Barcelona, está alcanzando límites que pocas economías pueden soportar.
Tanto, que no es difícil que se emplee más de un tercio de los ingresos mensuales, solo en la vivienda, complicado para familias y jóvenes que quieren iniciar su vida independiente.
Todo eso ha hecho que se dé un paso que no se había dado hasta ahora: convocar una huelga de inquilinos con el lema “Se acabó: bajemos los alquileres”, el próximo domingo 13 de octubre, en Madrid.
#01.- “Se acabó: bajemos los alquileres”
El Sindicato de inquilinos e inquilinas de Madrid convoca esta movilización que recorre el domingo 13 las calles más céntricas de la capital, que serán escenario de una protesta con el fin de frenar la constante subida de los alquileres que afecta a gran parte de las ciudades de nuestro país.
Un enorme problema que atañe a miles de personas, especialmente a familias y jóvenes que tienen dificultades para pagar su hogar, pero no solo pone eco en esta subida, sino que la protesta se amplía y pretende frenar la creciente especulación de inmuebles, junto al aumento de los pisos turísticos.
Ese último problema, muy de actualidad, por la considerable disminución de pisos de alquileres de larga duración, lo que aumenta aún más el precio de las rentas solicitadas por los propietarios.
¿Por qué se convoca la huelga de alquileres?
En los últimos años, los precios de los alquileres en Madrid han subido de manera significativa, y obligan a muchas personas a alejarse de la ciudad, (y normalmente su trabajo), para encontrar una vivienda.
Esta subida descontrolada se ve influenciada por la especulación inmobiliaria que hace que cientos de inmuebles estén desocupados unido al destino turístico de los que están en activo.
Con todo llegamos al panorama en el que estamos: pocos pisos libres para una cantidad enorme de personas que necesitan alquilar, y una huelga convocada en pocos días
#02.- Huelga de alquileres, ¿es legal?
En España, sí es legal manifestarse por derechos sociales, como es el caso de la vivienda, se tiene derecho a protestar de forma pacífica, tanto inquilinos como propietarios.
Sin embargo, es importante recordar que no pagar el alquiler tiene consecuencias legales, por lo que es fundamental encontrar una vía de negociación, y un acuerdo para evitar situaciones difíciles.
La falta en el pago de las mensualidades, solamente de una, es motivo de rescisión de contrato, según el art. 27 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), en ese momento el propietario puede resolver de pleno derecho el contrato y obligar al inquilino a abandonar la vivienda.
¿Cómo afecta a inquilinos y propietarios?
Una situación así perjudica a ambos bandos.
Por un lado, para las personas que viven de alquiler, esta subida significa que tienen que destinar cada vez más dinero a su hogar, e imposibilita, en muchos casos, el acceso a una vivienda en las grandes ciudades.
Con eso aumenta el gasto en transporte y comida, por no hablar del tiempo que emplean a diario para acudir a sus puestos de trabajo, ya que muchos se ven obligadas a mudarse de casa con frecuencia al no poder seguir pagando.
Por otro lado, los propietarios también se ven afectados por esta situación.
Si los alquileres son muy altos, algunos tienen problemas para encontrar inquilinos, o deben lidiar con situaciones de impago, además, en algunos casos, esto puede generar tensiones que afecten la convivencia y la relación arrendador-inquilino.
Una huelga que llega a visibilizar un problema que parece no tener solución a corto plazo, pero que, en caso de seguir adelante, y los inquilinos opten por dejar de pagar a modo de protesta, puede acarrear consecuencias legales que les obliguen a desalojar la vivienda por la que ahora luchan.

Manuel Hernández García
Director y Socio Bufete Vilches Abogados
Letrado del Ilustre Colegio de Madrid 72.539
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