Deepfakes, peligroso aumento de videos falsos creados con IA en internet
Hay un aumento de vídeos falsos que se realizan aprovechando el auge de la IA, y están haciendo mucho daño a las personas que, sin quererlo, son protagonistas.
Se trata de, no solo un atentado contra su imagen, sino contra su integridad, debido a las consecuencias de leer, desde el momento en que se publica, cientos de comentarios insultantes y hasta agresivos que hacen que esa persona viva una auténtica pesadilla.
Uno de los últimos casos lo hemos visto esta pasada semana, en Estados Unidos, cuando la influencer QTanderella denuncia, en redes, una situación en la que se ha visto involucrada, sin querer, y sin haberse prestado a protagonizar.
Nos demuestra el daño que pueden hacer imágenes falsas que abren la puerta a todo tipo de ofensas y ataques a la víctima.
Deepfakes, vídeos falsos creados con IA
Las imágenes falsas que se difunden por internet son los llamados deep fakes, vídeos de los que un porcentaje que supera el 90% son de contenido pornográfico no consentido, como el del caso de QTanderella
La imagen de una persona, que, no olvidemos, es la víctima, se ve seriamente perjudicada, además de los daños psicológicos y emocionales que derivan de pasar por una situación así.
En un caso de difícil solución, una imagen que se sube a internet se divulga con una rapidez mucho mayor que cualquier acción que se pueda hacer para detenerla.
La Agencia de Protección de Datos hace todo lo posible por eliminarla, pero el problema principal es que si una sola persona lo descarga, y la vuelve a compartir, la rueda empieza a girar de nuevo y estamos como al principio.
Estos ciberdelincuentes cometen un delito contra el honor, la imagen y la intimidad, con mayor gravedad porque la víctima ni siquiera es la protagonista, sino que se trata de imágenes falsas generadas por una tecnología tan avanzada, que hace que sean tan realistas como fáciles de creer.
Deepfakes como herramienta de violencia machista
La mayor parte de las víctimas son mujeres, que sufren, de ese modo, un nuevo tipo de acoso por parte de su pareja, expareja, o simplemente, algún conocido que quiere hacerles daño.
Aprovechan el amparo del anonimato y de la velocidad de propagación para provocar el mayor daño posible, que, muchas veces, es irreparable y que, con la legislación, debemos frenar.
La tecnología no es culpable, lo es su mal uso
Hay que diferenciar entre la herramienta y el acto.
Es decir, no podemos atacar a la tecnología ni aplicar la ley contra ella, sino el delito que se comete utilizándola.
No cabe duda de que la aparición de la IA en nuestras vidas está provocando un revuelo difícil de aceptar, pero no es cuestión de culpar estos adelantos, sino a los delincuentes que se aprovechan de su fácil acceso para provocar mucho daño en, sobre todo, mujeres, que se ven vulnerables ante esta situación.
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